Liberada la segunda parte de la controversial entrevista que brindó el delantero luso, pudo profundizar en algunas críticas contra su actual club y particularmente contra el holandés Erik ten Hag.
“Me siento traicionado por el Manchester United. Me han convertido en oveja negra. No respeto a Erik ten Hag”, fue acaso el título que más se repitió en el mundo del fútbol los últimos días. Cristiano Ronaldo, tras meses de silencio, graficaba así su actualidad en una entrevista concedida al periodista Piers Morgan.
Pero no sólo eso: también le apuntó a la directiva de Los Diablos Rojos y a exleyendas del club como lo son Wayne Rooney y Gary Neville. De hecho, este último, ahora panelista en Sky Sports, le pidió a la testera del Manchester que lo despida.
Esas declaraciones, además, le significaron problemas con sus propios compañeros de equipo. En la concentración de Portugal se pudo comprobar con el frío reencuentro, un saludo casi por obligación que recibió por parte de Bruno Fernandes, y hace unas horas se sumaron las declaraciones del central Raphael Varane.
Y ahora podría haber más repercusiones, toda vez que se liberó la segunda parte de la entrevista con Morgan, donde Cristiano insiste en su mala relación con Erik ten Hag, pero también aborda otros temas, de su vida personal.
Por ejemplo, sobre las críticas que han caído en su contra, señaló que “fueron muy malas, tanto profesionalmente como en mi vida familiar. La gente me hizo quedar como un mal tipo, por eso doy esta entrevista. Quiero decir lo que pienso. Lo que han dicho es basura. La gente ha dicho mentiras”.
“Tuve una pretemporada muy mala. Tuve algunos problemas en las vacaciones, donde uno de mis hijos tuvo bronquitis. Yo estaba en Mallorca y tuvo que pasar una semana en el hospital”, explicó más tarde.
“La gente se inventaba historias de que yo quería viajar. La gente necesita darse cuenta de que soy un ser humano y quiero estar con mi familia. Soy un ser humano y pasé por momentos difíciles. Hablé con el director y presidente de United y como que no creían que algo estaba pasando. Nunca voy a cambiar la salud de mi familia por el fútbol. Nunca. Eso realmente me dolió. Ellos dudaron de mis palabras”, agregó enseguida.
Luego, ahora sí, volvió a la carga contra su DT para explicar por qué abandonó el banco de suplentes en el encuentro ante el Tottenham: “Es algo de lo que me arrepiento. Probablemente, o quizás no, no lo sé. Es difícil decírtelo al 100%, pero digamos que me arrepiento, pero de la misma manera me sentí provocado por el entrenador. No está permitido que un entrenador me meta tres minutos en un partido. Lo siento, no soy ese tipo de jugador. Sé lo que puedo dar al equipo”.
Sobre el castigo que le impuso el Manchester United, borrándolo de la citación ante el Chelsea, El Bicho opinó que “fue una estrategia del club para que yo reaccionara de esta manera. Estaba muy, muy, muy, muy decepcionado con la comunicación del Manchester United. Para ser honesto, nunca tuve un problema con ningún club, con ningún entrenador. Y me suspendieron por tres días, lo cual sentí que fue mucho. Fue una vergüenza”.