A Emirhan Delibaş, promesa de la cantera, lo pillaron con las manos en la masa.
Formado en la academia del Besiktas, uno de los gigantes del balompié turco, a Emirhan Delibaş le pronosticaban un futuro brillante. Un gol suyo en 2015 contra el Sporting CP, viralizado en redes y que recorrió los principales portales del mundo fútbol, despertó el apetito de los scouters de todo el Viejo Continente. Como muestra, el Daily Mail entonces publicó un artículo con la jugada y lo tituló “El Cristiano Ronaldo turco”. Ése era el hype que levantaba su figura.
Pero de esa futura estrella bien podría decirse que queda poco, o tal vez nada.
Hace unas horas, el prometedor mediocentro de 21 años volvió a recorrer el mundo, pero ahora por otro motivo: el Besiktas resolvió rescindir su contrato tan pronto como la dirigencia reparó en que el futbolista lucía la vestimenta y las instalaciones del club en Tinder.
Si bien en primera instancia se puso en duda que el perfil perteneciera a Delibaş, una corta investigación determinó que, en efecto, era él. Lo delataron sus tatuajes, la indumentaria y las imágenes que compartió, en lugares a los que sólo puede acceder un miembro de la cantera.
¿La gota que rebalsó el vaso? En su descripción, el jugador notificó que no fumaba, aunque bebía alcohol ocasionalmente. Por cierto, también se inclinó por la opción de encuentros ocasionales.
Así las cosas, por medio de un comunicado, el cuadro otomano informó que “nos hemos separado del futbolista profesional Emirhan Delibaş de mutuo acuerdo”.
Para cerrar, el Besiktas explicó que la decisión pasó primordialmente porque esta clase de conductas va en contra de los valores que, como club, pretenden inculcar en sus canteranos.
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