El argentino se lanzó contra el su ex pupilo a quien criticó por hacerle "daño al grupo".
En mayo de este año, Pablo Sánchez dejó de ser el entrenador de Everton. Los malos resultados, que en ese momento tenían al cuadro ruletero en el último lugar de la tabla, obligaron a los dirigentes a acabar con su proceso en la quinta región.
Sin embargo, su salida estuvo marcada por los dichos del Pato Rubio, quien estuvo cortado por el argentino y tuvo que conformarse con mirar por tevé los partidos del Everton.
Por lo mismo, tras el despido del entrenador el ex chuncho recalcó que "con él tengo cero relación, nada. Todo acabará cayendo por su propio peso. Hoy yo estoy acá en el equipo y él no está. Por algo pasan las cosas. Yo estoy jugando, él no está dirigiendo y esperamos nomás nosotros poder salvar al equipo".
Palabras que tuvieron respuesta del entrenador de 45 años que sigue viviendo en Viña del Mar buscando opciones para volver a dirigir en Chile.
"Creo que Pato es un gran jugador, pero puede dar mucho más. Siempre tiene esa posibilidad y no termina de concretarla. Sí le manifesté a los dirigentes que una vez terminado el torneo, si yo continuaba siendo el entrenador, se le buscara una salida. Creía que era necesario porque veía que no había buen vínculo con el resto de los compañeros. No le hacía bien al vestuario. No lo considero malo, no lo considero un tipo nefasto, pero sí, por su manera de ser, le hacía un daño al grupo. Eso podía dañar el futuro del equipo", afirmó Sánchez a La Tercera.