Ex director de la Comisión Arbitral de la ANFP se fue de tarro y reveló inéditos detalles de situaciones que ocurrieron cuando estuvo en el cargo.
Aunque ya pasaron varias semanas desde que dejó su cargo como director de la Comisión Arbitral de la ANFP, Javier Castrilli sigue dando que hablar en este lado de la cordillera.
Ahora, el ex réferi argentino se presentó en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, donde hizo un análisis sobre el peloteo criollo. En concreto, lanzó un lapidario análisis sobre la pega de los jueces nacionales.
En ese contexto, contó detalles sobre el escenario que se encontró cuando asumió su cargo como jefe de los “hombres de negro”.
“Cuando yo llego me encuentro con una verdadera asociación, un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y se manejaba practicando la cultura del nepotismo y de las relaciones clientelares a través de su cultura del amiguismo, el club de amigos”, comentó de entrada el denominado Juez de Hierro.
Sin embargo, Castrilli fue más allá y acusó que en ese momento “no solamente se beneficiaba a quienes ellos querían, sino también se perjudicaba, según el testimonio de muchos de los que fueron desplazados, injustamente a personas que tenían condiciones”.
Además, reveló que “a las horas de haber asumido, y tal como lo había vaticinado, comenzaron los ataques. Y comenzaron los anónimos contra mi persona y contra mis colaboradores”.
El relato de Castrilli
“Cuando yo arribé, y esto es necesario que la gente lo sepa, las propias personas que me contrataron reconocieron que los árbitros hacían lo que querían, ¿escucharon bien? Es decir, los árbitros tenían una autonomía absolutamente imposible de digerir”, complementó el transandino.
Por último, Castrilli también se tomó un momento para hablar sobre un supuesto complot en su contra tras la polémica liguilla entre Huachipato y Deportes Copiapó.
“A nosotros nos ejecutaron en la silla eléctrica para concluir en una investigación que éramos inocentes. Es decir, sin posibilidad alguna del beneficio de la duda, del principio de inocencia, fuimos condenados precisamente por el trabajo y el ardid que a lo largo de seis meses esta asociación fue desarrollando e implementando”, se descargó.
A modo de reflexión final, Castrilli agregó: “respecto de la corrupción, en todos los ámbitos de la actividad humana existen caminos recorridos equivocadamente por las personas y sus miserias”.