CR7 demostró su plena vigencia en el último amistoso de Portugal antes de la Eurocopa, ¡y de qué manera!, con un doblete para asegurar el triunfo ante Irlanda.
De seguro ése ha sido el comentario que más se repitió, en YouTube, Twitter, o donde sea que se hayan publicado los highlights de su más reciente actuación: “No te retires nunca, Cristiano”.
El Bicho, con treinta y nueve años a cuestas, acaso como si le hiciera falta acreditó nuevamente su valía, y ayer por la tarde, último duelo preparatorio de Portugal con la Eurocopa a la vuelta la esquina, se despachó un doblete de alta factura para superar a Irlanda.
João Félix abrió la cuenta a los dieciocho minutos de comenzado el cotejo para brindarle tranquilidad a los lusitanos, pero lo mejor aún estaba por llegar. Y llegó en el complemento, claro, de la mano de su goleador histórico.
El delantero del Al-Nassr saudí, que recuperó protagonismo con Roberto Martínez en el banquillo, primero sacudió el pórtico de Caoimhín Kelleher con un zurdazo exquisito que se clavó en la esquina superior derecha, celebró con su peculiar ¡Siiiiiiu!, y diez minutos más tarde, aprovechó un desborde de Diogo Jota para definir de primera intención, otra vez con la zurda, y batir al arquero del Liverpool.
“Pasan los años, pasan los días, pero esta calidad no se pierde y el amor por el gol, ¡tampoco!”, soltó en la transmisión de ESPN para Latinoamérica el excolocolino Marcelo Espina, y la verdad es que no hay mejor manera de definirlo.
Ahora, tras convertir por duplicado, el de Madeira llegó a 130 goles con la selección portuguesa y estiró su ventaja como el máximo artillero a nivel selecciones, sacándole veinticuatro de ventaja a Lionel Messi y veintisiete al iraní Ali Daei. Un escándalo.