El bloque de Leonidas Vial no entregó sus votos para que Harold continuara como vice-presidente ejecutivo. Sin embargo, la mano derecha de Mosa decidió continuar gratis.
Lo que parecía un directorio más de Blanco y Negro, terminó como antaño: todos peleados con todos.
Es que la paz entre los dos bloques dominantes de la sociedad anónima alba terminó abruptamente, cuando se habló de la renovación de Harold Mayne-Nicholls.
El ex presidente de la ANFP había llegado a Colo Colo como la mano derecha de Aníbal Mosa y ocupaba el cargo de vice-presidente ejecutivo. O sea, era un funcionario más de la administración de la concesionaria y a su cargo tenía varios proyectos (fútbol femenino, remodelación del estadio, etc).
Sin embargo y tras el análisis financiero de la institución, el bloque que representa a Leonidas Vial (hoy fuera de ByN) decidió no aprobar continuidad de Harold y privarlo del sueldo mensual que recibía.
Y esta decisión fue la que encendió la mecha, porque Mosa les sacó en cara que todos habían felicitado a Mayne-Nicholls por su "gestión" en el conflicto que terminó con los jugadores en el seguro de cesantía y en la implementación de las medidas económicas que habían significado un ahorro significativo en las arcas de la entidad.
Pero la "oposición" no dio su brazo a torcer y por cinco votos contra cuatro (se necesitaban seis por estatutos) se derogó la vicepresidencia ejecutiva.
Continuará
Pero la "movida" de los díscolos no resultó del todo, porque fue el propio Harold quien le puso paños fríos a los enfrentamientos.
Cuando Mosa escupía fuego por la boca y gritaba que lo mantendría como director, el periodista intervino para decir que no dejaría botado su trabajo y que continuaría al gratín en el Albo (las dietas de los directores están congeladas hasta diciembre).
Lo que no esperaba es que sus opositores le dieran un nuevo golpe: la remodelación de la Ruca quedó postergada definitivamente y la elección de la nueva marca de la camiseta también fue pateada para las próximas semanas.
Pese a ello, el amigo de Bielsa se mantuvo firme y seguirá batallando a la diestra del empresario sureño que aún no puede creer que la paz de Colo Colo ya sea sólo un lindo recuerdo.
