"La revancha", como bautizaron la primera exhibición que juegan después de retirados, fue más una guerra de tallas entre los héroes olímpicos del tenis. En Monticello nació un dúo donde González es como "Melón" y "Melame"... el chascón de Viña.
La llegada tuvo más de puñetes que de raquetazos, pero con respeto. Es que "La revancha", como bien bautizaron la exhibición entre el Nico Massú y el Feña González, se pensó más como un show con olor a boxeo que un partido de tenis. Y funcionó.
Por eso el Arena Monticello se vistió igualito a la Gala del Copihue de Oro, con alfombra roja y todo, y los héroes de Atenas ingresaron como si hubieran sido dos púgiles. Incluso, cada uno hasta se presentó con una arenga que estuvo tan "arreglada" como el show que vino después.
Es que antes que jugaran en serio, o que en realidad intercambiaran un par de palos como de día domingo con la caña, los próceres olímpicos tuvieron un precalentamiento a lo "stand up", que habría que avisarle a la Tía Coty, la glamorosa alcaldesa de la Ciudad Jardín, que lo incluya en la próxima parrilla festivalera. Sería golazo.
Pero en serio, eh. Con micrófonos a lo Chayanne, González le inyectó una batería de tallas a Massú dignas de Melón y Melame, donde "Mano de Piedra" era Melón y Melamé el chascón... de Viña.
Una tras otra
"Este gordito aún pega fuerte", "la gente me conoce más por mi caballo que ganó el Derbi hoy en día" o "¿estái cansado, Massú...? parece que fue mucho verano europeo, ah", dijo González, sin duda, el más chistoso como buen viejito pelao, canoso y gordo en que se convirtió, tras el retiro del 2012 y al que se le notan mucho más los 38.
Massú, en tanto, harto más honesto le devolvió un "prefiero no hablar porque se me acaba el aire", pero cuando mató a su amigo de mil batallas fue con la frase de la noche: "Tení que ganar, si no todos van a decir que perdió con Kramer este weón". ¡Chan!
A esa altura ya daba un poco lo mismo el juego, o que en la historia el Feña siempre hubiera tenido de hijo al Nico (con 5 victorias contra 2 derrotas mientras fueron profesionales). Lo importante es que afuera de la cancha nació, sin duda, un dúo dinámico del humor.
No diga que no le avisamos, "Tía Coty"...