Sin duda, y a diferencia del torneo anterior donde Colo Colo perdió la chance del título por errores en la retaguardia, lo más destacable para el equilibrio del equipo de Guede fue su solidez defensiva, adornada con un arquero de categoría que no entregó licencias durante las 15 fechas que duró el Torneo de Transición.
Claro, porque si hay dos jugadores a destacar en la zaga alba son los trasandinos Agustín Orión y Julio Barroso, quienes mojaron la alba titular desde el primer minuto en cada uno de los 14 duelos.
En el caso del portero, que llegó muy cuestionado desde Racing de Avellaneda, no sólo sumó todos los minutos oficiales, sino que con buena ubicación y seguridad borró el fantasma de los errores garrafales de Paulo Garcés, que terminaron entregando el título del Clausura 2017 a Universidad de Chile. "El título no se nos escapa, ahora tenemos arquero", se escuchó la última semana en el Monumental.
Es más, Orión fue clave en mantener el arco entre los menos batidos del torneo. De hecho, tuvo una racha de 452 minutos en el que no le metieron ningún gol, entre la sexta y la undécima fecha. Una demostración más que su contratación fue un acierto debido a su experiencia tanto en grandes equipos como Boca Juniors o la misma selección Argentina, ya que fue al Mundial de Brasil 2014, donde los trasandinos perdieron la final ante Alemania.
Por el lado de Barroso el cuento es igual de destacable, ya que mantuvo una regularidad en la línea de tres zagueros con Matías Zaldivia y Fernando Meza como escuderos. Y luego de la lesión de este último, logró acoplar y ordenar a Felipe Campos. Incluso, se dio maña para convertir un gol clave en el triunfo ante Everton por 3 a 2, en la antepenúltima fecha del Transición.
De esta forma tiró a la basura los rumores de comienzo de campeonato, que indicaban que estaba peleado con Pablo Guede y no tendría cabida en este Colo Colo campeón.