Los referentes están descontentos con el "Comandante" por cómo se fraguó la salida anticipada del portero argentino.
Agustín Orión comenzaba a despedirse de Colo Colo, cuando Esteban Paredes, Jorge Valdivia, Pablo Mouche, Juan Manuel Insaurralde, Matías Zaldivia y Carlos Carmona ingresaron a la sala de prensa del estadio Monumental.
Gesto que emocionó hasta las lágrimas al portero argentino y lo hizo salirse por primera vez del discurso que le habían armado en el departamento de comunicaciones. "Yo quería jugar, quedarme a jugar, eso está claro", lanzó sincero.
Y con ello derribó la versión oficial de que "problemas personales" habían alejado al trasandino de Macul. Por que la verdad es que, tal como lo confirman varias fuentes, Agustín decide terminar anticipadamente con su contrato tras una fuerte discusión con el técnico Mario Salas.
El poco amistoso intercambio de palabras se produjo la semana pasada, cuando el atajapepas recibió la noticia de que este martes ya podría entrenar con normalidad. Allí se acercó al adiestrador para saber si volvería a la titularidad, pues la había perdido por lesión y no por rendimiento. Pero la respuesta, tal como contaron varios conocedores de dicha cháchara, dejó de una pieza al che: Brayan Cortés era el "uno" y Darío Melo su reemplazante.
En otras palabras, Orión ni siquiera podría pelear un lugar bajo los tres palos y eso simplemente no lo pudo soportar. "Desde los siete años que peleé un puesto. No soy un cobarde que no vaya a pelear un puesto", la tiró en su último discurso.
Palabras que ya les había pronunciado a sus compañeros cuando les comunicó que no seguía en el "David Arellano" y que dieron inicio a la revolución.
Es que los referentes creen que esta es la gota que rebalsó el vaso en la hasta ahora tirante relación que tenían con Mario Salas.
"Orión nos aportaba calidad humana y seguridad en el arco. Además, Brayan podía aprender muchas cosas de él", enfatizó uno de los que ronca en la Ruca. Otro nos hizo ver que esto "demostró" lo que llaman doble discurso de Salas, "pues nos dice una cosa a nosotros y después hace lo que le pide la dirigencia".
Dadas así las cosas, hoy la guerrilla alba inició su propia revolución y tienen claro a quien quieren derrocar.