El pesista chileno tuvo que vencer una complicada lesión en su pierna izquierda para lograr el podio en el Mundial.
Era para no creerlo. A tan sólo dos semanas del Mundial de Halterofilia, nuestro monarca planetario estaba lesionado.
Tal como lo lee, Arley Méndez llegó a Madrid con una dolencia en su pierna izquierda y la falta de fuerza en dicha extremidad ponía en duda su participación en la cita de Turkmenistán (Asia).
Sin embargo, el cubano nacionalizado chileno mantuvo la fe y en sus redes sociales publicó la arenga que lo guió en estos últimos días: "Ni retirada ni rendición".
Fue así como estuvo casi 15 días trabajando en la capital española, bajo la supervisión de un completo equipo de especialistas que debían prepararlo para subir de categoría.
"Es un evento donde se van a analizar bastantes aristas, porque competirá en 89 kilos, y no en 85, ya que los pesos varían según los tipos de torneos. En Tokio 2020 (Juegos Olímpicos) no hay 89 kilos, y él deberá elegir en bajar a 81 kilos o subir a 96", explicó -en ese entonces- el gerente de su federación: Ronald Salinas.
La hazaña. Todo estaba en contra de nuestro representante. Pero el pesista es fuerte de cabeza y cuando ayer saltó a la pista, el dolor simplemente se olvidó por algunos minutos.
Llegó el primer intento y 160 kilos fueron alcanzados. Lejos, muy lejos de su mejor rendimiento. Pero Méndez no se retiró, ni se rindió y en su segunda oportunidad logró 168 kilos. Allí se dio cuenta que podía. Faltaba un pequeño esfuerzo y en el tercer arranque llegaron los 169 kilos y... ¡el oro para Chile!
"Me siento demasiado feliz de haber obtenido el oro en la modalidad de Arranque en el Campeonato Mundial. Estoy demasiado, demasiado feliz, incluso más que el año pasado (ganó en Estados Unidos), porque ahora tuve que luchar mucho a raíz de una lesión", sostuvo un emocionado Arley tras la competencia.
No obstante, la felicidad no pudo ser completa. El envión le pasó la cuenta y pese a que quiso dejar de lado el sufrimiento, el nacido en la isla de Fidel Castro no pudo terminar el movimiento que lo haría levantar 210 kilos y que lo dejaría como ganador en esta modalidad y en el total olímpico. Objetivo que sí consiguió en tierras del Tío Sam hace doce meses.
Finalmente, debió bajar y sólo registrar 200 kilos en Envión, lo que significó un séptimo lugar en dicho segmento y lo relevó al quinto puesto en la general.
Claro que la presea dorada en Arranque no se la quitaba nadie y tampoco le podían arrebatar sus sentimientos ante tantas muestras de apoyo que recibió en la previa.
"Quiero darle las gracias al pueblo chileno, por la fuerza que me dan para subirme y darlo todo", concluyó el campeón. Y hoy estará con esas mismas ganas, alentando a María Fernanda Valdés : su colega que competirá en la categoría 87 Kilos.