"Un muchacho de clase media acomodada, de ideas de ultraderecha y visitante habitual de la Fundación Pinochet", que "como jefe de la barra hizo contratos con Pisa S.A.", papelera de la que Gabriel Ruiz-Tagle era dueño, y que controlaba "toda la oposición a la directiva, tanto en la tribuna como en el camarín y hasta en lo institucional".

De esta manera el periodista Juan Cristóbal Guarello definió a Francisco Muñoz, "Pancho Malo", líder de la Garra Blanca desde abril de 2003 hasta noviembre de 2012 cuando Blanco y Negro, la concesionaria alba, le aplicó derecho de admisión. Lo hizo en un capítulo de su próximo libro, "País barrabrava", que verá la luz el próximo mes de abril y del que se pudo apreciar un adelanto el domingo en La Tercera.

La respuesta de Muñoz fue inmediata: "Presentaré demanda contra Juan Cristobal Guarello por imputarme varios delitos en su libro. Comete muchos errores y falsedades", anticipó a través de sus redes sociales.

Pero la confrontación, lejos de terminar, sumó a un tercero en discordia. Durante la mañana de este lunes, Marcelo "Chino" Ríos, ex número uno del mundo, sorprendió entregándole su apoyo al exbarrista y disparó en contra del comunicador.

"Recién te das cuenta que este tipo (Guarello) es una mentira, que inventa para poder seguir comiendo, que la envidia a la gente exitosa no lo deja vivir, que tira mentiras y después se esconde el maraco, pero de eso hoy en día se puede vivir en Chile y como no le da para más, busca lo más fácil", publicó en su cuenta de Instagram.

Francisco Muñoz le devolvió la gentileza:

"Muchas gracias Marcelo Ríos por tus palabras. Bajo mi administración en la Garra-Blanca erradiqué el tráfico de drogas y asaltos, algo que ningún gobierno logró. La verdad siempre se debe imponer sobre la mentira", escribió el ex Colo Colo.

https://twitter.com/realFranciscoDM/status/1376543884038275072

La administración de "Pancho Malo"

Cada vez que da cuentas sobre su gestión a la cabeza de la Garra Blanca, Francisco Muñoz comparte orgulloso un breve extracto en el que el propio Juan Cristóbal Guarello, en el programa "Los tenores" de Radio ADN, concede que el barrista "dijo 'yo les garantizo que en la Garra Blanca no se cogotea más y no se trafica más droga'…, lo que efectivamente ocurrió".

"Hasta que dijo una verdad", cierra el extracto.

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Muñoz, como líder de la GB.[/caption]

La historia que une a Francisco Muñoz y a Colo Colo comenzó en 1986, aunque recién ingresó oficialmente a la barra seis años después y una década más tarde, en abril de 2003, asumió su mandato.

Según relata Guarello en su libro, su salto a la cúspide de la parcialidad alba se produjo luego de salir de la cárcel —estuvo dos años tras las rejas por el asesinato de Álvaro Domínguez— arrimándose a un grupo que se conocía como "La Familia". Allí, con el tiempo "ganó popularidad entre los hinchas y desplazó a Felipe Alboroto (líder hasta entonces). Ahí nació 'La Coordinación', en la que confluyeron varios grupos de barristas bajo el mando único de Francisco Muñoz".

Por su parte, "Pancho Malo", como lo conocían en el tablón del Monumental, le comentaba a La Tercera en 2017: "Mi paso marcó un precedente en el barrismo chileno, creo que marcamos un camino en materia de espectáculo y de organización".

Pero más allá de la estética y el espectáculo, ítem donde suele acentuar el recibimiento que preparó la GB para los jugadores en la final de la Sudamericana 2006, el exlíder de la barra siempre ha sostenido que su mayor logro capitaneando a los forofos albos fue erradicar el "lumpen".

"Cuando asumimos, había un abundante tráfico de droga, asaltos a los hinchas en los kioskos y los baños. Todas esas conductas anómalas fueron erradicadas", explicó.

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Francisco Muñoz con una camiseta del 'Cacique'.[/caption]

Guarello, en "País barrabrava", confirma las palabras de Muñoz, aunque agrega más ingredientes a la ecuación:

"La sociedad anónima controladora permitía a la barra (la cúpula, que se entienda) participar en importantes negocios con los auspiciantes y patrocinadores, y por otro, la barra controlaba la violencia y el tráfico de drogas en la galería, a la vez que mantenía vigilado al plantel, presionando a los jugadores que tuvieran una actitud insubordinada con la presidencia".

El liderato de Francisco Muñoz acabó de golpe en noviembre de 2012, cuando la concesionaria decidió prohibir su ingreso. "Fue una maniobra política, una persecución que me hicieron para implementar el Plan Estadio Seguro", fue su opinión entonces. Su última vez fue en el Bicentenario de La Florida. Y aunque en 2017 prometió que su regreso a las canchas estaba cerca, aún no se ha concretado.