La ANFP anunció que el clásico no se jugará aún, a pesar de que estaba todo listo para que el Cacique y los azules se enfrentaran.
Durante semanas la ANFP hizo las gestiones para encontrar un sitio que aceptara recibir el partido entre Universidad de Chile y Colo Colo por la Supercopa. Luego de reiteradas negativas, finalmente estaba todo listo para que a las 12:00 de este sábado se jugara el clásico en La Portada de La Serena.
Este lunes cuando debía comenzar la venta de entradas para el duelo, a último minuto se retractaron y anunciaron que los tickets aún no estarían disponibles. Y en el transcurso de esta jornada, el ente rector del fútbol chileno anunció de manera definitiva la cancelación del evento.
“La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) informa del retiro de la propuesta de partido presentada ante la Delegación Presidencial de Coquimbo que buscaba realizar la final de la Supercopa 2025 entre Colo-Colo y Universidad de Chile el sábado 25 de enero en el Estadio La Portada de La Serena”, comenzaron señalando en el comunicado.
Además, agregaron: “Al no contar con las autorizaciones de la Delegación Presidencial para realizar el partido e iniciar la venta de entradas, la incertidumbre y falta de definición impide seguir adelante con el plan de operaciones y seguridad que ya se está implementando en el Estadio La Portada”.
“A su vez, esta situación imposibilita dar certezas a los clubes que disputarían el partido, quienes deben cumplir con una estricta planificación en las agendas de sus planteles profesionales, así como también en los temas logísticos y de seguridad que supone la realización de este encuentro”, detallaron.
Desde la ANFP descartaron su responsabilidad y apuntaron contra las autoridades, asegurando que “se ha cumplido cada una de las medidas que se han solicitado para llevar a cabo este evento. Esto es, reforzar los perímetros de seguridad del Estadio con vallas especiales que fueron trasladadas desde Santiago y que ya se encuentran en etapa de instalación en La Serena; fortalecer la dotación de guardias privados para garantizar la custodia de los jugadores y el público presente en el estadio; además de otras medidas adicionales tales como la instalación de cámaras de seguridad en el perímetro exterior del estadio para reforzar la tecnología con que las autoridades operarán el día del partido”.