El error de Lucas Perri, arquero del Botafogo, permitió convertir al Inter de Charles Aránguiz.
Prometía ser el encuentro de la fecha: de un lado el sólido líder del Brasileirão, el Botafogo, y del otro, uno que viene de avanzar a cuartos de final de la Libertadores dejando en el camino a River Plate, el Internacional de Porto Alegre. Un compromiso en el que, por cierto, Charles Aránguiz fue titular en la visita.
Y aunque no sirvió finalmente de nada, porque el resultado final quedó a favor de los de Río de Janeiro por 3 a 1, fue precisamente el elenco del volante nacional el que abrió el marcador. Eso sí, de una manera cuanto menos llamativa.
En los primeros compases del duelo, a los 16 minutos, una buena acción de Mauricio, que escaló por el lado izquierdo de la defensa del Botafogo, culminó en un disparo de zurda exigido, sin apenas colocación, que no revestía mayores problemas para el golero local Lucas Perri.
En teoría.
Porque el guardameta de manera insólita perdió el balón de vista. Al intentar “embolsarlo”, se le soltó y se desorientó. Las imágenes resultan incluso graciosas… Perri se giró, pensando que el esférico había pasado por entre sus piernas, pero no: estaba justo delante de él. El tema es que ese tiempo que perdió en la búsqueda, fue suficiente para que Mauricio en segunda instancia, y con el arco a su completa disposición, pusiera el primero.
Joao Víctor, un autogol de Nicolás Rodríguez y Luis Henrique salvaron a Lucas Perri del ridículo, aun cuando las imágenes, según lo previsto, se tomaron los principales portales deportivos alrededor del mundo.
Mira aquí las imágenes:
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