Tras igualar los 215 goles del fallecido ídolo de Colo Colo, Esteban Paredes se fue a celebrar al alambrado con los hinchas. Junto a los fanáticos quiso llorar, "pero todavía quedaba partido", confesó el Goleador del Siglo.
Emoción, delirio y felicidad, pero también algo de bronca. Algunos de los sentimientos que pasaron por la cabeza de Esteban Paredes, después de igualar el récord de 215 goles de Francisco Valdés.
"Me siento orgulloso de estar al lado del gran 'Chamaco'. Su familia me había dicho que ojalá fuera yo quien igualara el récord, así que un saludo enorme a sus familiares. Igualé al gran 'Chamaco' y ahora queda esperar el próximo partido. Siempre es bueno hacer goles y hoy (ayer) no fue la excepción", declaró el Rey del Gol.
En cuanto al tanto que le anotó a Fabián Cerda, el Tanque detalló que "tuve un poco de suerte porque la pelota venía muy llovida y antes de que cayera tenía pensado pegarle de primera. Rozó y le pegó un poco al defensa, pero fue un golazo, un gran gol".
Y cuando se fue a celebrar al alambrado con los hinchas de Colo Colo, Paredes reconoció que le dieron ganas de llorar.
"No me lo imaginé nunca, pero cuando hago el gol quería llorar, pero todavía quedaba partido. En lo personal estoy feliz con el gol, pero más me hubiese gustado ganar el partido", señaló el Goleador del Siglo.
Esteban Paredes dedicó el gol a su familia, especialmente "a mis hijos, mi señora y mis padres, que son siempre los que me apoyan, confían en mí, sufren conmigo y los que siempre están detrás mio. Ahora tienen la alegría de celebrar esto".
Antes de virarse del Municipal de La Cisterna, el ídolo de Colo Colo recalcó que "este gol marca un antes y un después en mi carrera. He tenido muchas alegrías y también muchas tristezas, pero me quedo con el recuerdo de la gente que siempre ha sido muy buena conmigo".
Sobre el empate 2 a 2 con Palestino, el artillero agregó que "siempre quiero ganar por el equipo, más allá de los records individuales, mi ilusión es ganar siempre, así que son sentimientos encontrados".
"Son emociones encontradas porque queríamos el triunfo, no un empate", sostuvo Esteban Efraín, quien considero que "el árbitro fue un desastre, la expulsión del 'Pájaro' estuvo de más".
"Primero siempre va a ser lo grupal y después lo personal, teníamos que ganar porque lo importante es el equipo", manifestó el delantero, quien le hizo un guiño a un eventual triunfo de Universidad de Chile en el clásico de hoy contra la Católica.
"Si no ganamos es difícil que los podamos alcanzar (a los cruzados), así que a esperar que nos echen una mano", finalizó Paredes.