Pato Cabrera, piloto criollo que el próximo mes correrá su octavo Rally Dakar al hilo, prepara su desafío en las inéditas arenas de Arabia Saudita. Eso sí, la sufrirá con sus tatuajes, ya que la cultura local impide mostrarlos, además de comer cerdo, e incluso abrazarse, castigando hasta con cárcel.
Corriendo ininterrumpidamente desde 2013, el chileno Patricio Cabrera se ha plantado frente a todas las geografías posibles arriba de su moto, con más de un porrazo incluído.
Pero "Hulk" le hará honor a su apodo y con más ganas que nunca dirá presente en el próximo Rally Dakar de 2020, que se correrá en enero por primera vez en Arabia Saudita.
Y claro, el oriundo de Coyhaique estrena juguete nuevo de cara a esta temporada, cambiando de estructura. ¿Cómo así? Tras siete años junto a la marca Kawasaki, el piloto de La Cuarta alista su año con la marca KTM, lo que también le mete presión para acelerar a fondo y sumar triunfos.
Así, Pato saca pecho y a días de partir a la tierra del Islam, relata su ruta rumbo a las desconocidas arenas de Arabia Saudita, que más de un obstáculo le traerán por delante.
"Es nuevo para todos los pilotos, una aventura inédita. Si bien Kawasaki me pedía terminar la competencia, en KTM fácil puedo pelear lugares 15 ó 20 de la general, eso sería un objetivo para mí", dice sin ningún miedo a la largada, que se correrá desde el 5 hasta el 17 de enero.
Se prueba la túnica.
De cara a la cita tuerca, que hasta este año se corría en Sudamérica, Cabrera se tiene fe. Y aunque junto a su nueva moto le crecen los colmillos, fuera de ella deberá andar con el freno de mano.
¿La razón? La cultura local tiene particulares prohibiciones, que son sancionadas con multa y hasta cárcel. Entre ellas, comer carnes de cerdo, ver pornografía, dar abrazos y mostrar tatuajes, la especialidad de la casa de "Hulk".
"No sé cuánto dure con polera larga, porque las temperaturas son altas, algo vamos a buscar. Haré mi biblia de cosas prohibidas para no equivocarme con lo que no puedo hacer. Es peor que los 10 mandamientos jajá, pero hay que respetar", cerró.