Autoridades alemanas planean prolongar la prohibición de reuniones masivas de público hasta finales de agosto, lo que atentaría directamente con las intenciones de volver del fútbol germano.
La orden de prolongar la prohibición de reuniones masivas de público en Alemania hasta finales de agosto socava las intenciones de las autoridades del fútbol alemán de reanudar la Bundesliga en mayo sin espectadores.
El anuncio hecho el miércoles por la canciller Angela Merkel, vedando reuniones de más de dos personas en público para tratar de contener el coronavirus, también afectaría el inicio de la próxima temporada de la Bundesliga, programado para agosto entrante.
Tras consultas entre Merkel y los gobernadores de los 16 estados federados del país sobre reducir las medidas restrictivas, Markus Söder de Bavaria señaló que "la Bundesliga no se mencionó", dando a entender que tienen mayores prioridades que el fútbol.
La Bundesliga, cuyo último partido se jugó el 11 de marzo, confiaba retomar la actividad en mayo sin la presencia de aficionados. Pero la cantidad de personal que se necesita movilizar en un solo estadio — jugadores de los dos equipos, entrenadores, médicos y los agentes de seguridad para mantener alejado a los fanáticos — también subraya que jugar sin público representa ser una tarea enorme.
Lo que complica la situación para la DFL (las siglas de la liga alemana) es que cada uno de los 16 estados podría establecer sus propios parámetros para jugar. Es muy previsible que se adopten medidas distintas, lo que significaría que se podrían disputar algunos partidos y otros no.
Bancarrota
El presidente de la federación alemana Fritz Keller anticipa graves consecuencias.
"No creo que el mapa del fútbol alemán siga igual tras la crisis del coronavirus", dijo Keller la semana pasada. "Vamos a perder a algunos (clubes), y creo que mientras esto continúe, vamos a tener más bancarrotas en el fútbol profesional".
Schalke y Paderborn en la Bundesliga, por ejemplo, afrontan problemas de liquidez. La revista Kicker informó que 13 clubes de la segunda división corren peligro debido a la demora en depositarse un pago sobre derechos de televisión a la DFL.
Según la publicación, Sky, DAZN y ARD no cumplieron con el pago de 304 millones de euros (331 millones de dólares) — el último de los cuatro por los derechos de televisión en las dos principales divisiones — a la liga el 10 de abril. Pero las cadenas prometieron cumplir para el 2 de mayo.
"Podemos sobrevivir uno o dos meses, pero luego se acabó", dijo el director ejecutivo de Paderborn Martin Przondziono al canal Sport1. "Si el dinero de la TV no entra, la vamos a pasar muy mal".
Schalke no ha ocultado sus problemas financieros causados por la pandemia, pese a que cuenta con el patrocinio de Gazprom, gigante ruso de la energía, por el cual recibiría 30 millones de euros por temporada.
El director de comunicaciones de Schalke, Alexander Jobst, pidió el mes pasado a los abonados de palcos preferenciales del estadio que renuncien a recibir un reintegro parcial de los últimos partidos en casa del club.
"¡Se trata de sobrevivir!", escribió Jobst en un correo electrónico el 17 de marzo.