Dinamarca tiró de sosiego y precisión para desmontar el entusiasta regreso a un Mundial de Perú. Una derrota amarga para una selección que llevaba 36 años sin disputar un Mundial.
Perú pagó caro sus numerosas oportunidades de gol perdidas y el tanto de Yussuf Poulsen determinó el encuentro. La rojiblanca salió derrotada de un duelo que puede resultar crucial para lograr el acceso a la segunda fase.
Una Dinamarca nuevita
El cuadro danés vive una cierta reconversión. Pocos son sus futbolistas con bagaje mundialista. Pero el grupo de Age Hareide tiene talento y un cúmulo de hombres que forman parte de plantillas reputadas habituadas a partidos de renombre.
Christian Eriksen en el Tottenham, Andreas Christiansen con el Chelsea o Simon Kjaer, del Sevilla. Y eso se notó.
No fue suficiente
Ricardo Gareca no innovó y mantuvo la idea que había manejado en los días previos de preparación. Fue Paolo Guerrero el damnificado. El líder del conjunto peruano comenzó en el banco, a la espera. El técnico argentino optó por la versatilidad ofensiva y el buen momento de Jefferson Farfán.
La sequía acumulada a lo largo de estos treinta y seis años al margen de los mundiales fue pura energía acumulada. Los hombres de Ricardo Gareca no reservaron nada. Se echaron al césped a pecho descubierto, arrinconaron a su rival y buscaron el gol con más convicción que Dinamarca.
Lamentablemente para los peruanos, cuyo gol anduvo calentito en jugadas de Farfán o en centros de Carrillo, el corazón no fue suficiente y tuvieron que comerse una amarga derrota.