Piden a gritos que Bolt vuele por jamaica

El hombre más rápido del mundo dijo adiós al atletismo, pero no al deporte. Ahora practica fútbol profesional e incluso en su país hay voces que piden verlo con la camiseta de su selección.

El 31 de agosto de 2017, los amantes del atletismo quedaron viudos de Usain Bolt. Aquel día, el "Hijo del Viento" dijo adiós a esa disciplina, pero anunció que su permanencia en el alto rendimiento: el fútbol era su nueva meta.

La noticia dejó a sus fanáticos con la boca abierta, pero su círculo más íntimo sabía lo que vendría. Desde pequeño, según sus padres, fue inquieto y supo sortear las dificultades económicas que le tocó vivir gracias al atletismo y el cricket, disciplina que practicó primero.

Ya más grande se quedó como velocista y el duro entrenamiento sumado a las fiestas fue una constante en su vida. Eso sí, los resultados comenzaron a acompañarlo y no hubo quién le pusiera coto a sus noches de juerga.

"Cuando estoy en el gimnasio pienso en mujeres bellas en la playa. Lo hago por ellas", comentó en una entrevista respecto a cómo podía equilibrar el alto rendimiento con la diversión nocturna.

Mientras más se adentraba en la disciplina, mayor era la notoriedad que adquiría. Fue así como en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 saltó a la fama por batir su propio récord mundial (9,72'') en los 100 metros planos, al coronar con 9,69 segundos. La misma gracia la repetiría después en los 200 con 19,3 s.

Posterior a eso, entró a la historia en el campeonato mundial de atletismo de Berlín el 2009, donde marcó dos récord mundiales que aún siguen vigentes: 9.58 s. en los 100 metros y 19,19 s. en los 200.

Los primeros lugares se seguirían repitiendo en los JJ.OO. de Londres 2012 y Río 2016, que marcó su retiro de la actividad.

Su palmarés es de lujo: once títulos mundiales y ocho olímpicos. Además, posee los récords mundiales de los 100 y 200 metros planos, más la carrera de relevos 4×100 con el equipo jamaicano.

Pero los años no pasan en vano y el multifacético atleta ya no buscaba el oro, sino pasarlo bien. Y lo dejó muy en claro en su documental.

"No es divertido para mí y detesto hacer algo que no disfruto realmente, así que sólo quiero regresar al mundo real: salir con amigos, no entrenar durante dos días, relajarme y divertirme, irme a dormir muy tarde", aseguró.

Pero la vida de farra debió postergarse por un tiempo, ya que el atleta decidió ir por otro de sus sueños: Convertirse en futbolista profesional. Y el Borussia Dortmund, de la Bundesliga, le abrió sus puertas.

Sin embargo, los altos estándares de los jugadores del cuadro alemán le impidieron hacerse de un puesto.

El 6 de junio de 2018, Bolt se estrenó como jugador profesional en el Stromsgodset, de Noruega, y ahora último saltó al Central Coast Mariners, de Australia.

Mientras tanto, en Jamaica lo piden a gritos para que fiche en un equipo de la liga, requisito fundamental para que pueda jugar en la selección mayor.

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