Luego del "Hotelazo", cerca de treinta colocolinos intentaron colarse en el Marriott, justo en su semana más polémica por lo ocurrido en el clásico.
Colo Colo está en otra. Con el triunfo sobre la "U" en el bolsillo, el lunes se instaló en Brasil en espera del partido ante Corinthians, donde un empate le basta para avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, otra vez los hinchas fueron protagonistas.
Como si no hubiese bastado con el comportamiento en el clásico (fuegos artificiales prohibidos y lanzamiento de bengalas a la cancha), ayer cerca de treinta hinchas tuvieron que ser dispersados por la policía local en el hotel Marriot; lugar elegido por los albos para su concentración.
En la actividad, llamada "Hotelazo", los fanáticos del Cacique gritaron, cantaron, lucieron camisetas y banderas, y algunos jugadores se acercaron al lobby para saludarlos, como Esteban Paredes y Jaime Valdés. Tras cartón, los barristas se pusieron porfiados y tuvo que intervenir la autoridad.
Resulta que los garreros quisieron avanzar al segundo piso, pero la policía reaccionó y lanzó escopetazos al aire. Finalmente no hubo enfrentamientos o detenidos, y tampoco se reportaron daños materiales.