La expulsión de Valdivia reafirmó la postura de los patrones de ByN: ofrecerle un contrato que contemple los minutos jugados. Algo que el jugador ya rechazó en las primeras conversaciones.
"Me cagaste" fue una de las frases más "suavecitas" que le dijo el Jorge Valdivia al árbitro Ángelo Hermosilla, cuando lo expulsó el domingo pasado.
Y el improperio tomó fuerza ayer, cuando la directiva de Blanco y Negro analizó lo sucedido en Rancagua.
La primera decisión que tomaron fue cuadrarse con lo que el gerente deportivo, Marcelo Espina, dijo tras el encuentro ante O'Higgins: "Vamos a defender a nuestro jugador".
Para ello los abogados de Blanco y Negro buscarán minimizar lo máximo posible el castigo en el Tribunal de Penalidades, esta noche.
Si bien la pena máxima en estos casos es de cinco fechas y existe el antecedente del evertoniano Patricio Rubio (fue castigado con cuatro partidos por un incidente similar con Hermosilla), se expondrá la irreprochable conducta anterior del "Mago" (no ha sido expulsado en este torneo) y se espera que no lo suspendan por más de tres cotejos.
Pero los "Luchito Mario" que salieron del marido de la "Cara de Cuica", complicaron las negociaciones que lleva con la concesionaria para renovar su contrato.
Es que el mal genio de Valdivia preocupó a los regentes. Por lo mismo, se reafirmó la idea de ofrecerle contrato por un año y una cláusula que renovaría o terminaría el vínculo según los minutos jugados.
Algo que el futbolista ya había rechazado en las conversaciones preliminares que tuvieron, pues ofrece una rebaja considerable de su sueldo en las próximas dos temporadas (25% por temporada).
No obstante, algunos mandamases piensan que entre lesiones y rabietas puede perderse muchos partidos y no desean que su funcionario mejor pagado (más de 60 millones de pesos al mes) esté más afuera que dentro de las canchas. Pero como dijo el "10": "Tengo cuatro meses para convencer al club que debo quedarme".
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