El final del encuentro fue definido por un penal que Kai Havertz concretó en el minuto 117′ del alargue.
Este sábado se jugó una nueva final del Mundial de Clubes, instancia en la que los últimos ganadores de la UEFA Champions League y la Copa Libertadores de América, el Chelsea de Inglaterra y el Palmeiras de Brasil, se enfrentaron en el estadio Mohammed Bin Zayed de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos para definir quién se quedó con el título.
Durante el primer tiempo no hubo anotaciones por parte de ninguno de los dos cuadros, hasta que en el minuto 55′ del segundo tiempo, el delantero belga Romelo Lukaku del equipo azul logró abrir el marcador con un cabezazo que le llegó de centro.
Aun así, solo bastaron unos minutos para que el brasileño Raphael Veiga metiera un gol de penal a favor del cuadro sudamericano, luego de que el árbitro, al revisar el VAR, decretara que hubo mano del defensa Thiago Silva en el área del portero.
El resultado se mantuvo así hasta el final del segundo tiempo, para que después en el 117′ de alargue, Kai Havertz concretara un penal que finalmente le dio la victoria al Chelsea de Inglaterra.
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