El gobierno local avisó en las últimas horas que quienes quieran competir en el Grand Slam, sin excepciones, deberán tener la pauta de vacunación completa.
Aparentemente el escándalo que envolvió la deportación de Novak Djokovic de Australia, impidiéndole defender su título en el primer grande de la temporada luego de que decidiera no vacunarse, promete ser apenas el inicio de una temporada cuanto menos difícil para el número uno del ranking ATP. Esto, porque ahora fue Francia el que avisó que no, que de no vacunarse, el serbio no podrá disputar Roland Garros.
Aunque el pasado viernes 7 de enero, en medio del tira y afloja entre el tenista y el gobierno australiano, la ministra de Deportes francesa, Roxana Maracineanu, aseguró que Djokovic sí podría participar en el Grand Slam que se disputará en ese país y que se le aplicaría una excepción a la obligación del certificado de vacunación, todo cambió durante las últimas horas.
Ahora la misma Maracineanu avisó mediante sus redes sociales que todos los que compitan tendrán que tener la pauta completa, tal como se le exigirá al público y a los profesionales implicados. Su rectificación llegó algunas horas después de que el parlamento francés diera luz verde al proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para distintas actividades, entre ellas asistir a espectáculos deportivos.
“Desde que se promulgue la ley, será obligatorio para entrar en los espacios ya sometidos al pasaporte sanitario (estadios, teatros o salones) para el conjunto de los espectadores, de los practicantes, de los profesionales, franceses o extranjeros”, dijo sobre el certificado la ministra en su cuenta de Twitter.
De esta forma, de no cambiar su decisión respecto a la inoculación contra el coronavirus, Novak Djokovic se perdería también el segundo grande de la temporada, Roland Garros, fijado entre finales de mayo e inicios de junio.
Djokovic, recordemos, fue deportado de Australia en las últimas horas, tras una larga batalla con el gobierno. La ministra del Interior, Karen Andrews, incluso confirmó que Nole no podrá pisar el país en tres años. Scott Morrison, el primer ministro, fue algo más cauto y explicó que “la sanción podría verse recortada si se dan las circunstancias correctas”. Circunstancias correctas, quiere decir vacunarse.