Dirigentes de ambos clubes se reunieron para evaluar la situación, luego de que quebraran los vidrios del bus boquense y lanzaran gas pimienta.
En una hora fue postergado el inicio de la final de la Copa Libertadores, luego de las agresiones sufridas por los jugadores xeneixes a su llegada al estadio Monumental.
Así lo confirmó la Conmebol a través de las redes sociales.
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Según reportó Fox Sports, hinchas de River atacaron el bus de Boca y rompieron algunos vidrios. Y cuando la policía intentó detenerlos usó gasa pimienta que terminó por ingresar al vehículo en que se trasladaban los jugadoires.
Medios trasandinos dijeron que uno de los jugadores xeneixes, Pablo Pérez, sería llevado hasta un centro asistencial debido a que sufrió cortes con los vidrios quebrados.
Además, un médico de la Conmebol se habría presentado en el camarín de Boca para evaluar la situación en que estaban los futbolistas.
Debido a todo lo anterior, el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, y el de Boca, Daniel Angelici, iniciaron una reunión con dirigentes de la Conmebol.
Mientras el dirigente "gallina" quería que el partido se juegara sí o sí, el "bostero" deseaba que lo suspendieran porque no estaban dadas las condiciones para jugarlo.
Al final se impuso la posición del presidente de los millonarios.
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