Lucas Pratto se robó las miradas en la primera final de la Libertadores

El ex delantero de Católica apareció en el momento justo para salvar a River de una derrota segura ante Boca Juniors, en la primera final de la Libertadores.

Valió la pena esperar. Aunque fueran 57 años. Y aunque la naturaleza nos hizo aguantar las ganas por otras 24 horas, ¡valió la pena esperar!

Es que la llamada "Súper Final" entre Boca y River tuvo todos los condimentos que un amante del fútbol disfruta. Incluso ese donde el villano de la jornada nos hace olvidar sus errores con un acierto descomunal.

Pero no nos adelantemos. Porque para llegar a ese momento, primero tenemos que pasar por las notables tapadas de Agustín Rossi, el cual cerró el arco "xeneize" cuando los "millonarios" parecían locales en La Bombonera.

Sí, es cierto. Nadie se hubiese extrañado si la visita se iba en ventaja al cabo del primer lapso. Pero todos los que amamos este deporte, sabemos que los goles se hacen, no se merecen.

Y es aquí donde este juego nos ratifica que la lógica no existe dentro de la cancha. ¿O alguien pensaba que Cristian Pavón se iba a lesionar a los 25 minutos y su lugar lo iba a tomar Darío Benedetto?

Cambio obligado que Guillermo Barros Schelotto aprovechó para reordenar a sus hombres en cancha y dejar a los "bosteros" con dos "9" nominales. Dibujo que desacomodó a la defensa "gallina", la cual no supo marcar a Ramón Ábila en el primer gol de Boca.

Pepa que cayó a los 33 minutos y que contó con la complicidad del portero Franco Armani, quien dio rebote en el primer remate de "Wanchope" y luego no supo cubrir su palo.

Parecía un golpe duro para River. Merecía más y ahora estaba perdiendo. Y ahora, ¿quién podría ayudarlo? No, no apareció el Chapulín Colorado, pero Lucas Pratto asumió el papel de héroe y en un carrerón impresionante, se llevo a toda la defensa rival y derrotó a Rossi con un remate cruzado. Era el empate a uno. Y sólo habían pasado 60 segundos.

"Erramos muchos goles en esos minutos del inicio. Aunque también hubo virtud del arquero. Tapó tres o cuatro pelotas espectaculares. Es fútbol. Y él tuvo una buena tarde. Ahora nos vamos con un empate y hay que trabajar para la próxima final", soltó el ex ariete de Universidad Católica.

El "Pipa" de la paz. Pero faltaba más. O mejor dicho, aún no aparecía Benedetto.

El artillero volvió justo para meter a los guata amarilla en la instancia máxima. Y ayer casi infartó a sus seguidores, cuando se elevó más que todos en el área del archirrival y peinó el balón para el 2-1 (45'). "Hicimos un excelente partido y nos estábamos llevando la victoria. Sin embargo, nos equivocamos y nos costó caro. Aunque hay que decir que es un resultado justo y esto sigue", declaró.

Y al hablar de "errores" se refiere a la marca de Pratto. Porque Carlos Izquierdoz intentó que este último no cabeceara el balón y la metió en su propio arco (60'). Aunque también a la reivindicación de Armani, que le sacó el gol cantado al "Pipa" cuando no quedaba nada.

Porque el "partido del siglo" tuvo de todo. Y Carlos Tévez se fue gritándole a sus compañeros que levantaran la cabeza, mientras Lucas le agradecía a sus compañeros que siguieran "vivos". Porque todavía faltan 90 minutos, en Núñez, el próximo 24 de noviembre. Y esperemos que esta nueva espera también valga la pena.

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