“Puedo dimensionar lo que la familia de la niña sufrió…”: Johnny Herrera recuerda el accidente que le costó la vida a Macarena Cassasus

El Samurái Azul fue el primer invitado al flamante podcast del Rambo. Habló de todo.
El Samurái Azul fue el primer invitado al flamante podcast del Rambo. Habló de todo.

En el podcast del “Rambo” Ramírez, El legado, el exarquero reflexionó como pocas veces sobre el lamentable accidente automovilístico en el que murió la joven hace ya casi quince años. “Es una de las penas más grandes después de que haya fallecido mi hermano”, admitió.

Es algo que Johnny Herrera evita a toda costa, pero que lo persigue adonde quiera que vaya.

Silencioso y paciente la mayoría del tiempo —”medio autista”, como se definirá él mismo más adelante—, su estado de ánimo era otro muy distinto cuando entraba a la cancha o le tocaba declarar. Eso, a la larga, lo perjudicó. Llegó a reconocerse incluso más anticolocolino que hincha de la Universidad de Chile, el cuadro de toda su vida, y los resultados están a la vista: en un superclásico, la Garra Blanca le dedicó un lienzo donde lo dibujaron apuñalado. A trazo grueso, podríamos decir que por lo menos los hinchas albos y cruzados no le guardan mucha estima y una manera de recordárselo era con el siguiente grito: “Herrera, concha tu madre, asesino, aprende a manejar”. Apuntaban donde más duele, al accidente con resultado fatal que protagonizó Herrera hace poco menos de quince años.

La madrugada del domingo 20 de diciembre de 2009, el exarquero atropelló a Macarena Cassasus Matamala en la intersección entre Avenida Ossa con calle Echeñique. Ella, estudiante de arquitectura, buscaba un taxi a la salida de una fiesta en La Reina y cruzó de forma imprudente. Él volvía de una reunión social a exceso de velocidad. Ambos estaban bajo los efectos del alcohol. Johnny, por ejemplo, confesó haber bebido un vaso y medio de vodka. El informe de la Siat estableció culpas compartidas. Prácticamente en cada partido de Audax Italiano, Universidad de Chile o Everton, sus equipos desde entonces, a los gritos alguien lo resaltaba.

Marcelo Ramírez le preguntó de eso a Johnny. “Te tocó un episodio difícil en medio de tu carrera, con un accidente, una persona que falleció”, lo sorprendió en la segunda parte de una entrevista que se estrenó este miércoles noche. “¿Cómo saliste de ese momento tan duro, tan difícil, donde quizás te sentiste muy criticado?”.

“Es parte de los avatares que te pone Dios, po”, respondió enseguida Herrera. “Obviamente que lo pasé muy mal, es una de las penas más grandes después de que haya fallecido mi hermano (Marlon Alejandro). Yo perdí a mi hermano cuando él tenía veinticuatro años, yo tenía once o doce años y era como mi papá, entonces pa’ mí ésa ha sido la pena más grande que he tenido en mi vida”.

“Después, el accidente era otra pena también tremenda. Yo le preguntaba a Dios por qué me había tocado a mí, ¿cachái?”, se abrió como pocas veces el exarquero. “Ahí vinieron varios consejos. Estaba mi mamá, que gracias a Dios fue el sostén que me logró sostener en pie. Me acuerdo que cuando me la encuentro, lloré con ella abrazados, ya desconsolado mal…, y tú seguís pensando que es una pesadilla, pero mi mamá me decía: dale pa’delante nomás que Dios aprieta pero no ahorca. Mi mamá tenía esa frase que me decía muchas veces cuando me pasaban cosas”.

Sigue: “Me dolió, me dolió mucho, pero producto de la misma personalidad también. De lo que me había pasado anteriormente, del fallecimiento de mi hermano, de las peleas con Sergio Vargas, de lo difícil que fueron mis inicios, de esos años que estuve de pronto en el aire, sin tener un futuro claro. Tantas cosas difíciles que viví en mis inicios que me ayudaron a lograr salir adelante”.

A continuación, Herrera sostuvo que cuando regresó al plantel de Audax Italiano, su preocupación pasaba por que sus compañeros no sufrieran por él. “De verdad era muy querido”. De hecho, comentó que unos días después, Cristián Reynero le dijo una frase de la que nunca más se olvidó: “Hueón, este va a ser tu mejor año, lejos”.

Al cierre de esa temporada, Jorge Sampaoli exigió a Azul Azul la compra del golero.

“Son cosas que te marcan la vida. Obviamente que no se lo deseo a nadie, porque fue una pena tremenda que me tocó vivir. No sólo a mí, sino a todo mi entorno también. Y yo perdí a un hermano, entonces realmente puedo dimensionar lo que ellos, la familia de la niña sufrió. Más allá de las culpas, obviamente pedí disculpas inmediatamente después del accidente y era lo que podía hacer en su minuto. Más allá de las responsabilidades, insisto. Entonces, fue un momento duro de mi carrera, pero por todo lo que había vivido anteriormente, creo que logré salir adelante”, cerró.

Mira aquí el capítulo completo:

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