El tenista nacional, que el lunes avanzó a la segunda ronda de Wimbledon, dejó a todos boquiabiertos con uno de los tiros más extraños de su repertorio.
Tal vez una de las mayores sorpresas que dejó la primera jornada de Wimbledon, el segundo grande de la temporada en el mundo del tenis, fue el triunfo que cosechó Tomás Barrios sobre el trasandino Sebastián Baez. Algo inesperado en los papeles, porque la tercera raqueta nacional, hasta entonces 133 del escalafón, tenía del otro lado nada menos que a un top 50 del ranking —número 46—, que hace unos meses se quedó con el Córdoba Open y que ya lo había vencido en las cuatro ocasiones que se enfrentaron previamente. Pero el chillanejo pasó por encima de cualquier favoritismo, se impuso con claridad en cuatro sets —7-6(7), 3-6, 6-3 y 7-6(2)— y ahora se verá las caras en la segunda ronda con David Goffin.
Eso sí, la solidez que exhibió en todo momento el nacional, sobre todo con su servicio, pasó a un segundo plano luego de enseñar uno de los golpes más llamativos de su arsenal. Tanto por el gesto técnico como por su nombre: el Longa-shot.
Pero, ¿qué es el Longa-shot?, se estará preguntando usted en este momento… O quizás más importante, ¿por qué el tenista lo bautizó así?
Según recoge La Tercera, en el caso del nombre, la razón es sencilla y hasta lógica: Barrios es oriundo de Chillán, célebre tierra de longanizas, de modo que se trataría de un juego de palabras para destacar el producto nacional.
¿Y de qué se trata el tiro? Básicamente, es un drop-shot o una dejada, si así lo prefiere, pero con un ingrediente que lo hace único en el circuito. El propio Barrios lo definió así en diálogo con Clay Tenis:
“Lo hago desde los diez años. Supongo que porque tenía poca fuerza. Se me hace más cómodo, no puedo tirar el drop agarrando la raqueta desde abajo. Luego la suelto y recupero bien la otra tomada para volear. Pero no es algo que se lo enseñaría a alguien”.
En conversación con La Tercera, el formador de Tomi, Gonzalo González, explicó que “la gracia es que lo esconde muy bien con la derecha, porque tiene el armado hacia atrás”.
Luego sostuvo que prefirió no corregir su tiro, “porque fue algo que siempre hizo bien”. Es más, lo describió como “algo totalmente natural”.
Finalmente, González precisó que “es un tiro que en pasto complica. De hecho, a Báez le fue muy difícil, ya que le cortó siempre la carrera y lo sacó de su zona de confort al llevarlo más adelante y hacerlo volear”.
Mira aquí el llamativo Longa-shot:
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