El histórico jugador de La Roja fue expulsado por una fuerte entrada en el partido inaugural de la Copa del Mundo de 1974 en Alemania.
Carlos Caszely es de esos jugadores que marcaron la historia del fútbol de Chile, ya sea por sus grandes aciertos o por sus errores, pero se posiciona entre los principales referentes de La Roja de todos los tiempos. Además, el ex futbolista ahora infla el pecho por ser uno de los pocos chilenos que tiene un récords Guinness, aunque el motivo es inusual: el primer jugador en recibir una tarjeta roja en la historia de los Mundiales.
Y es que el fútbol es un deporte que cada año se va actualizando, y los entes rectores del balón pie mundial están constantemente actualizando sus reglas. Desde la implementación de tarjetas, hasta el uso del VAR, son herramientas que se han ido incorporando al juego con el propósito de mejorar el espectáculo.
Sin embargo, no siempre fue así. En la Copa del Mundo que se desarrolló en el país en 1962 se llevó a cabo “La Batalla de Santiago”, un partido entre el equipo de todos versus la selección italiana, en un contexto en el que no existían las amonestaciones que permiten a los árbitros expulsar a los jugadores.
El origen de las tarjetas
Luego de que la prensa italiana lanzara duras críticas y calificativos en contra de la organización del Mundial en Chile, se dio el escenario perfecto para una verdadera batalla campal. La primera falta fue ocasionada a los doce segundos de juego, lo que marcó la tónica del duelo.
El árbitro inglés Kenneth Aston quedó totalmente sobrepasado, y no encontraba la manera de imponer su autoridad. El descontrol en la cancha llegó al nivel de los puñetazos entre jugadores y patadas intencionadas, lo que llevó a que el juez expulsara a un seleccionado italiano por su agresividad. Sin embargo, esta acción no estaba en las reglas por lo que el deportista se negó, hasta que finalmente fue retirado de la cancha por personal de Carabineros.
Eso no detuvo los golpes que siguieron lanzando de lado a lado, hecho que posteriormente el árbitro Aston analizó, e ideó las tarjetas, lo que permitiría al juez amonestar a los deportistas, otorgándole autoridad a su función nuevamente.
Con la regla ya establecida, la FIFA consideró prudente que se incorporara en la Copa del Mundo de 1970 con sede en México, sin embargo en este certamen nadie fue merecedor del máximo castigo, pero no porque no se cometieron faltas, sino que el criterio aún era muy permisivo.
Caszely entró en la historia
Pasaron otros cuatro años, cuando la cita mundial fue organizada por Alemania Occidental, y La Roja se clasificó. Chile quedó en el Grupo 1, y jugó su primer partido el 14 de junio de 1974 en el Estadio Olímpico de Berlín.
Allí se enfrentaron a la Alemania Federal, un duelo aguerrido en el que la fricción fue el ingrediente principal. El “Chino” que llegaba a esta copa en un buen estado estaba siendo el principal blanco de la defensa germana. El lateral Berti Vogts no dejaba de interceptar las jugadas del Rey del metro cuadrado, quien ya se estaba cansando de que le cometieran falta y no se cobrara.
En el minuto 67′, el alemán le entró fuerte a Caszely, quien en un acto de impotencia se lanzó con todo en contra de su rival, quien ni siquiera tenía el balón en su control, por lo que el árbitro turco Dogan Babacan no dudó y mostró a los más de 83 mil espectadores la primera tarjeta roja sacada en un Mundial. Finalmente el duelo terminó con un 1-0 a favor de los alemanes.
El año pasado Caszely recordó este momento en conversación con El Deportivo de La Tercera, a quienes comentó: “Está dentro de las reglas del juego. Cuando uno participa en un partido de fútbol están las posibilidades de ganar, empatar, perder y de recibir una tarjeta amarilla o una roja. A mí me tocó recibir la primera roja en un Mundial. Soy el único chileno que está en el libro de Guinness y fue por esa tarjeta”.
“No es que me lo tome con humor, pero sí con la misma tranquilidad que cuando hacía un gol. Como te dije, es parte del juego”, agregó al medio citado. Además, El Chino señaló que pudo tener una conversación con el jugador que causó su amonestación.
“Hablé con Vogts en 1987, para el Mundial Juvenil y se reía. Le dije que me había pegado 20 mil patadas y me echaron a mí. Yo no era de pegar patadas, porque no sabía pegar patadas. Ahí quedó claro. Vogts me pegó 13 patadas, lo digo con certeza, porque las conté después, las veces que he visto el partido, y no le pasó absolutamente nada. A mí, me echó por la primera. Fue muy extraño todo. Algo debe haber pasado, pero nadie se acuerda o nadie lo dice”, comentó Carlos Caszely.