El “King” repasó una olvidada polémica que lo involucró a él y al “Fantasista”.
Jueves 13 de marzo de 2014, Turín, Juventus Stadium. Octavos de final de la Europa League. De un lado el cuadro local, la Vecchia Signora, y del otro, la Fiorentina. En los bianconeri, de la partida en el carril derecho Mauricio Isla y en mitad de cancha Arturo Vidal. En la visita, el mediocampo presumía la presencia de David Pizarro como pivote y Matías Fernández como enlace.
Había, claro, muchas más estrellas sobre el gramado: Andrea Pirlo, Claudio Marchisio, Sebastián Giovinco, Paul Pogba, Alberto Aquilani, Josep Ilicic, Mario Gómez. De modo que, según lo previsto, fue una llave durísima, pareja, que se definió en los detalles. La ida, de hecho, culminó con paridad en un tanto. El “King” anotó para la Juve a los tres minutos de iniciado el cotejo y lo igualó Gómez a diez del final.
Pero lo que se quedó en la retina, al menos de los hinchas nacionales, no fue ni por asomo el resultado o el trámite sino el entrevero que protagonizaron Arturo Vidal y David Pizarro.
Eso ocurrió a los veintiocho minutos de juego, cuando el “King”, acaso en el prime de su carrera, derribó al “Fantasista” en mitad de cancha. Entonces, el formado en Santiago Wanderers, al ponerse de pie le tiró una patada corta a Vidal, que rápidamente reaccionó empujándolo. Ambos se torearon, pero no pasó a más: el referí neerlandés Bjorn Kuipers los separó.
Casi una década después, en uno de sus directos de Twitch, donde aprovecha para repasar anécdotas y momentos de su nutrida carrera, Arturo Vidal recordó el incidente. Y lo hizo a su manera:
“Yo me acuerdo, pero el Mati no. El Mati tranquilizaba”, inició su relato el “King”, pero “el otro hueón se quiso pasar de listo, como ahí ya en Italia mi nombre era fuerte, ya era de los mejores en la Juventus”.
“Entonces quiso hacerse guapito y no, con papá, no. Le salió el cuco con papá”, completó.
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