El español se impuso en sets corridos a Dominic Thiem y avanzó a octavos. Se le vio en buen nivel e ilusiona de cara a la que, muy probablemente, será su última temporada en activo.
Después de 349 días, Rafael Nadal volvió oficialmente a la pista y lo hizo como de costumbre. Intenso, avasallador y con alguna genialidad. Su víctima fue el austríaco Dominic Thiem, un partido que hace unos años hubiera sido de seguro una final de campeonato. Así las cosas, en el Open 250 de Brisbane, La Fiera superó sus problemas con la cadera, regresó a la competición y se impuso en 1 hora y 29 minutos por parciales de 7-5 y 6-1. De paso, escaló 131 posiciones de golpe, llegando al puesto 571 del ranking ATP, número que por cierto no se condice con su estatura.
“Es un día emocionante para mí después de uno de los años más duros”, diría después el mallorquín frente a los micrófonos y entre los aplausos rabiosos de los apostados en la grada de la Pat Rafter Arena.
Pero tal vez lo que más llamó la atención es que, con muchísima clase, quien es uno de sus archirrivales, el serbio Novak Djokovic, celebró el regreso de Rafa en redes sociales.
Con una imagen victoriosa del español en sus historias, Nole agregó un “Welcome back” y unos emojis que denotan alegría.
Pronto se sumaron a los saludos Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich y Feliciano López.
“Qué alegría volver a verte en pista”, le escribió por ejemplo en Instagram Carlitos.
Ahora Rafa medirá fuerzas contra el 102 del escalafón, el australiano Jason Kubler, quien se impuso a Aslan Karatsev, octavo cabeza de serie.
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