Con 22 años, el delantero escribió una carta abierta a los diputados de su país contando su historia de vida. Su campaña incluso fue reconocida por el primer ministro Boris Johnson.
En un medio como el fútbol a menudo criticado por sus excesos económicos, su egoísmo y su falta de compromiso, Marcus Rashford, delantero del Manchester United, sorprendió convirtiéndose en pocas semanas en el "campeón de los pobres".
No son muchos los deportistas en poder presumir de haber logrado que un gobierno se pliegue. Y eso lo consiguió en menos de 24 horas el jugador de 22 años.
El lunes, el ejecutivo británico había confirmado la interrupción durante el verano (boreal) de un programa de bonos de compra de 15 libras (18,8 dólares) por niño y por semana, puesto en funcionamiento cuando el confinamiento forzó a las escuelas y a sus comedores a cerrar.
El martes, el primer ministro Boris Johnson felicitaba públicamente a Rashford por su campaña tras haber aceptado prolongar el programa seis semanas.
"Agradezco lo que ha hecho. Pienso que tiene razón en atraer la atención sobre este problema", había añadido el jefe del gobierno británico. Un desafío llevado con mucha madurez y diligencia por el jugador, que evitó politizar su iniciativa.
Autor de un muy buen inicio de temporada, fue una de las raras satisfacciones en esta campaña del Manchester United, que se enfrenta al Tottenham el viernes en la 30ª jornada de Premier League. Con catorce goles y cinco asistencias en 22 partidos, aprovechó el confinamiento para lanzarse a un combate que emociona.
Buscar comida
En una carta abierta a los diputados, en los medios de comunicación, contó su propia historia de chico negro que creció en una familia modesta de un barrio desfavorecido del sur de Manchester.
"Comprendan esto: sin la amabilidad y la generosidad de la comunidad que nos rodea, el Marcus Rashford que ustedes ven hoy no existiría: un hombre negro de 22 años lo suficientemente afortunado para hacer carrera haciendo el deporte que adora", escribió el internacional inglés, que ha jugado 38 partidos con su selección.
Educado por su madre, Melanie, que trabajaba duro para alimentar a sus cinco hijos, contó cuánto dinero se podía permitir gastar la familia en un comercio local de productos baratos y la suerte que representaba la posibilidad de comprar siete yogures para cada uno de ellos, uno por cada día de la semana.
"El sistema no estaba hecho para que las familias como la mía puedan salir adelante, poco importa hasta qué punto mi madre trabajaba duro", señaló.
Rashford conoció todos los métodos posibles para llenar su plato: bancos de alimentación, sopas populares e incluso donaciones de vecinos cuando no había nada en la mesa para cenar.
Y si, con once años, su madre lo dejó partir al centro de formación de Manchester United es porque allí, al menos, tenía aseguradas tres comidas diarias.
Manchester reconciliada
Antes de esta carta abierta, ya había mostrado ejemplo al movilizarse a favor de la asociación FareShare, que lucha contra el derroche alimenticio y la malnutrición.
Lanzó en abril una recogida de fondos en las redes sociales, que reunió en pocos días 134.000 libras (168.000 dólares), que el propio jugador amplió a 400.000 libras (502.000 dólares) con una aportación personal.
Después se comprometió a reunir veinte millones de libras (25,1 millones de dólares) en donaciones para permitir que tres millones de comidas sean distribuidas a personas desfavorecidas, un objetivo alcanzado al final de la semana pasada.
https://twitter.com/ManCity/status/1272920023137476613
Incluso el rival local Manchester City lanzó un tuit halagador: "Formidable trabajo, Marcus Rashford. Llenas a Mánchester de orgullo". Y por un momento al menos, también reconcilió a los dos clubes de la ciudad.