El nuevo ciclo de la Roja ya tiene un patrón. El colombiano Reinaldo Rueda tiene casi todo acordado con la Anfp para hacerse cargo del equipo nacional. Así lo comentan desde Brasil, donde el Flamengo -pese a la insistencia de sus dirigentes- ya sabe que el cafetero no vuelve a Río de Janeiro. Los problemas dirigenciales que vive el club y el desafío de llevar a una tercera selección a una Copa del Mundo, son las razones que voltearon la balanza para venirse a Juan Pinto Durán.
Sin embargo, más temprano, en el club brasuca seguían negándose a la opción de quedarse sin entrenador. "Nosotros esperamos a Rueda el 5 de enero. Se va a quedar, no tengo dudas. Hay un contrato de por medio y se debe respetar", decía a La Cuarta el director ejecutivo del "Fla", Rodrigo Caetano.
El mismo dirigente advertía sobre la cláusula de salida de Rueda, por sobre las 800 lucas en billetes verdes: "Es normal en todos los contratos y se debe cancelar".
Una cifra que no sería problema para los jefes de la Anfp, dispuestos a romper el chanchito para cerrar luego con el próximo entrenador.
Arturo Salah logró convencer al seleccionador que llevó a Honduras y a Ecuador a Copas del mundo. En su decisión pesó también el delicado momento dirigencial, con ejecutivos agarrados del moño y la posible desafiliación del equipo por los disturbios en el Maracaná, en la final que perdió contra Independiente.
El nuevo estilo
Pero al margen de los logros deportivos, la filosofía del DT fue lo que más convenció a Salah, quien prácticamente se encaprichó con el caleño.
"Es como un padre para los jugadores. Está consciente de que todo repercute, sobre todo el tema familiar. Es como un padre, pero estricto y disciplinado, sobre todo en el tema de las concentraciones. En lo futbolístico, le gustan las transiciones rápidas, a uno o dos toques. Su sistema preferido es el 4-2-3-1, con extremos rápidos y muchas pasadas de los laterales", tira Gilberto García, lateral que ganó la Libertadores en Nacional Medellín.
Un ex compañero de "Alcatraz", Cristián Bonilla, completa la idiosincrasia del sucesor de Pizzi: "Es un técnico que no tiene muchos secretos, ni prácticas cerradas, porque en el fútbol todo está inventado. Le gusta la prensa, porque entiende el papel que juega en el fútbol. Pero un periodismo tranquilo, no amarillista. Tiene sus claves en el manejo del grupo y una ideología clara. Le gusta mucho la disciplina dentro y fuera de la cancha. Seguro será un gran aporte para el gran equipo que tiene Chile".