Entre los malos resultados de la selección en los amistosos, además de las polémicas marginaciones de Claudio Bravo y Marcelo Diáz, hicieron que Reinaldo Rueda no fuera muy apreciado por el tablón nacional sin jugar aún un pleito oficial.

"Acepta la injusticia, que todo se equilibra al final", rezó alguna vez el Loco Bielsa. Y así quizás llevó los momentos difíciles Rueda. Tras el triunfo , ni siquiera los dos goles anulados por el VAR o el retraso del bus previo al partido lo despeinaron. El caleño irradiaba tranquilidad y paz tras la clasificación a semifinales.

El trabajo de Rueda

Por eso, ante las consultas por las pesadeces que lo rodearon al mando de los bicampeones de América, el profe la puso contra el piso y reflexionó: "Siempre va haber esa exigencia alta. A veces el juego te favorece y otras no, lo importante es la convicción del trabajo que se hace".

Además, "Triple R" confesó que ya se presumía un final de infarto como el que se dio desde los doce pasos y para el que estaba preparado.

"Aprendí que los penales hay que trabajarlos todos los días. Las tandas se valoran solo cuando te toca perder. Todos los entrenamientos los terminamos practicándolos", avisó.