La pelota “Ordem Cachaña” de Nike regresó a Chile tras una extraña travesía.
Este jueves se conoció la historia de qué pasó con el balón con que Alexis Sánchez decretó el definitivo 4-1 en la definición a penales con Argentina en la final de Copa América 2015, y que le dio a Chile el primer título de su historia.
Un reportaje de LUN, indica que el balón en cuestión fue a parar a manos de un abogado colombiano, dedicado a coleccionar objetos valiosos en la historia del fútbol, y que también es amigo del polémico Wilmar Roldán, quien arbitró la final de 2015.
Este abogado se contactó hace algunos meses con la empresa The Dream Auctions, una empresa chilena dedicada a buscar y resguardar objetos de valor históricos, relacionados al fútbol chileno principalmente.
Alejandro Burgos, director de The Dream Auctions contó que un intermediario del abogado les habló por email, contando que tenía el balón de la final de la Copa América 2015, además de las tarjetas amarilla y roja de dicho partido.
“El año pasado nos escribió vía email una persona desde Colombia que quería hablar con nosotros y era intermediario de un abogado colombiano muy conocido en su país y que tiene un museo privado, uno de los más grandes de Sudamérica. Tiene contactos en altas esferas como la FIFA o la AFA. Buscamos para ver de quién se trataba e hicimos el contacto”, explicó Burgos.
“Nos dijo que tenía un objeto que para él no debía estar en Colombia sino en Chile: el balón que pateó Alexis Sánchez en la final de la Copa América 2015 y que le dio el título a la Roja. También las tarjetas amarilla y roja de ese partido, que le regaló Wilmar Roldán. Nosotros le creímos la mitad y le pedimos más antecedentes. La pelota estaba con una dedicatoria del juez”, agrega.
Roldán dijo que se usaron dos balones en la final, uno lo guardó él y otro se lo entregó a este amigo abogado, y fue el que se utilizó para la definición a penales.
Comprobar la originalidad de las tarjetas fue fácil, ya que estaban firmadas y tenían el sello FIFA de Roldán, sobre el balón le pidieron una serie de fotografías y tras analizar con las imágenes del partidos, certificaron que se trataba de esa pelota.
¿Qué hacer con el balón?
“La negociación duró cerca de un mes y vinieron personalmente a dejar la pelota de la final a Chile. Hacemos cada dos meses y medios subastas, hemos vendido camisetas en miles de dólares, varias de Diego Maradona, Pelé y la de Leonel Herrera en la final de la Copa Libertadores 1991, pero este balón no será subastado. Estamos pensando bien qué hacer porque no queremos que quede en cualquier lugar”, señala Burgos.
“Podríamos conversar con alguien que quiera este objeto único en la historia del futbol chileno y que entienda lo que se está llevando. No nos interesa subastarla. Tuvimos un balón del Mundial de 1962 que era de Leonel Sánchez y está en el museo Legends de Madrid, el museo más grande fútbol mundial, pero nos gustaría que esta pelota se quedara en Chile porque es patrimonio de la cultura deportiva de este país”, finaliza el director de The Dream Auctions.