Arturo Vidal dio la vuelta al mundo al cerrar el 5-1 del Barcelona sobre el Real Madrid, en algo que ya es su marca registrada. Colo Colo, Juventus y Bayern Munich sabían de su temple en los duelos con el archirrival. Ayer se sumó el derbi español.
Domingo, 17:42 de la tarde en España, Arturo Vidal repite una sana costumbre. Sí, pues su cabezazo en el minuto 87 del derbi ante el Real Madrid cerraba otra goleada histórica para el Barcelona y en un Camp Nou repleto, presentó lo que se ha transformado en su especialidad: dar que hablar en los clásicos.
Su primera vez fue jugando por Colo Colo en el 2007, cuando su traspaso al Bayer Leverkusen ya estaba cerrado y encendió el empate sin goles ante la "U", sacando chispas con Mauricio Pinilla.
"Eres muy malo, eres muy malo", le decía el delantero azul ese 26 de abril al ser reemplazado a los 75' por Marco Estrada. Vidal, que jugaría el partido completo, no se guardó nada y respondería a punta de insultos y ofreciendo "pagar el sueldo" a Francisco Arrúe, en un duelo que se había calentado en la previa por las burlas de Pinilla por el vocabulario de su rival.
"Algunos (de Colo Colo) no saben ni hablar. Losotros, los estamos dando cuenta. Losotros..." fue la mecha que encendió Pinilla; y encontró réplica luego del empate. "Es un payaso. No sabe jugar a la pelota y entra a la cancha a puro hablar. Da rabia todo lo que hace", sería el desahogo de Vidal en el cruce de dos que terminarían siendo amigos. Quién lo diría.
Claro, la vuelta fue larga, y en ese camino el nacido en San Joaquín fue conquistando títulos por Europa. Primero en la Juventus, donde brilló ante el Inter de Milán en distintas ocasiones, como cuando en noviembre del 2012 marcó a los 18 segundos uno de los goles más rápidos que recuerde el clásico italiano, mientras que el Torino, rival regional de la Juve, aún lo recuerda por los goles recibidos en 2013 y 2014.
Satisfecho por su cosecha en Italia, Vidal retornó a Alemania para fichar en el Bayern Munich y fue el Borussia Dortmund el que conoció su sello el 8 de abril de 2017, donde dejó en segundo plano el triunfo por 4-1 cuando trancó con la cabeza el balón a Ousmane Dembelé, en la que a la postre sería la jugada defensiva de la temporada en la Bundesliga.
El curioso destino dictaría que Vidal y Dembelé se reencontrarían en el Barça y que fuera este quien le centró ayer el balón con que Vidal confirmaría su máxima: "Si hay clásico, yo quiero estar".
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