Marco Arriagada, campeón mundial y tres veces ganador de la Vuelta de Chile, se fue preso por comprar marihuana. Un gramo, a ocho lucas... Tres días detenido. El campeón alega inociencia. Cómo no. Esta es su historia.
Chalas, short, bicicleta "camello". Marco inicia el pedaleo. Llega a un portón. Son las seis de la tarde y el sol pega fuerte en la población Santa Lucía, de Curicó. Marco va a comprar marihuana. Un gramo, a ocho lucas. Golpea. Entra. Llega carabineros. Marco se va preso.
Ese Marco no es un cualquiera. Es Marco Arriagada. Es el "Rey" Marco, el "Zar", el mejor ciclista chileno de la historia, el tres veces ganador de la Vuelta de Chile, campeón panamericano, monarca mundial en la Copa del Mundo de Rusia 2004. Marco se va preso.
Marco no quiere hablar. No puede. Tres días incomunicado. Su gran problema: no se sabe ningún número para avisar a su familia del drama. Los recuerdos lo agobian. Lo acusan de portar armas, de robarse una 4x4 de 30 millones de pesos, de poseer droga... Él, en short, con su "camello", dice ser inocente.
Marco tiene que firmar todas las noches mientras siga la investigación. Él grita inocencia. Era sólo marihuana, dicen sus cercanos; paralelamente, se mantiene una indagación que vincula a narcotraficantes, traficantes de armas y drogas de distinto tipo.
Marco no la ha pasado bien desde que fue sancionado por dopaje. Dos años de castigo que le significaron pasar de "Rey" a plebeyo en el 2011. Volvió, sí, pero ya nada era lo mismo. Ya no ganaba los dos millones 300 mil pesos mensuales que lograba por ser el titular del equipo Lider de ciclismo y premiado por la beca Proddar del Estado.
Marco sólo quería fumar marihuana, dicen sus amigos. A ocho mil pesos, el gramo. Sólo eso. Lo ha pasado mal, dicen. Desde que fue sancionado su vida cambió. La empresa minera OMG lo contrató como chofer, pero el vínculo se acabó.
Marco se rearmó. Empezó a hacer clases particulares a un par de empresarios. Buena plata. Viajes en bicicleta. Pero vino el estallido social, la pandemia... el mundo se le vino abajo.
Hoy Marco trata de renacer con un trabajo en una corporación de deportes en Curicó. Hoy tiene que ir, pero no sabe qué pasará. Marco va en su bicicleta, la "camello"...