Ricardo Gareca: “Bielsa fue un técnico que me causó buenas sensaciones a mí y nunca tuve la posibilidad de juntarme”

El "Tigre" repasó toda su vida con La Cuarta. Foto: Rodrigo Bacigalupe.
El "Tigre" repasó toda su vida con La Cuarta. Foto: Rodrigo Bacigalupe.

Luego de un mes al mando de la Roja, Ricardo Gareca analiza sus primeras semanas en Chile, habla sobre su infancia, las diferencias generacionales en el fútbol, sus gustos, la receta para ser flaco a los 66, además de la vez en que fue compañero de habitación de Diego Maradona en una gira de Boca Juniors por Asia.

Nos hemos sentido muy cómodos con el recibimiento y hemos tratado de adaptarnos lo más rápido que podamos a Santiago, a Chile. O sea, en todo lo que nosotros podamos ver, ir viendo fútbol, analizando a los muchachos, analizando todo lo que tenga que ver con el trabajo nuestro. Me han recibido muy bien. La verdad que le estoy muy agradecido por el trato que hemos recibido, que estamos teniendo. Y sí, veo mucha ilusión en la gente. O sea que eso es algo muy bueno. Necesitamos de la gente.

Todo lo que hemos visto en Santiago nos ha gustado. Realmente, ¿no? Es la verdad. O sea, hemos ido a comer y comimos muy bien. Nos movemos por un determinado lugar porque estamos buscando vivienda para instalarnos y todo, y la comida acá, por ejemplo en Pinto Durán, es excelente. La cocina, la comida, las instalaciones, están muy buenas. O sea que en general donde nos hemos movido, la verdad que hemos comido muy bien y nos ha gustado. Después, en restaurants hemos ido a parrillas. La Cabrera, Tiramisú, todos esos lugares, viste. Me estoy moviendo por el Intercontinental que está a la vuelta. Todos esos restoranes. Lo de la casa ya lo tengo resuelto. Nada más que están en ese proceso de papelerío.

Mi papá fue un obrero de una fábrica que le permitía progresar y que no nos falte nada. Del lado de mi mamá, una ama de casa, más que nada, y siempre he contado con el apoyo de los dos. Mi infancia fue linda. Soy un agradecido a Dios. Darme la posibilidad de haber tenido una familia que me dieron una buena posibilidad en ese aspecto, de clase media baja. Tuve el apoyo de dejar secundario en 4.º año porque, bueno, se me hacía complicado estar en Boca. Hice todas las divisiones inferiores en Boca, entonces se me hacía complicado estudiar e ir a los entrenamientos en Boca, y conté con el apoyo de ellos.

Siempre supe que sería futbolista. Al menos no imaginé otra cosa que no sea el deporte. Y futbolista, esencialmente.

Gareca empezó como arquero, pero a su padre le gustaba verlo en el mediocampo. Foto: Andrés Pérez.
Gareca empezó como arquero, pero a su padre le gustaba verlo en el mediocampo. Foto: Andrés Pérez.

Mi papá, hincha de Vélez igual que yo, tenía un contacto con Boca en la fábrica donde él trabajaba. Entonces un día me llegó una citación de Boca Juniors. Me tenía que presentar en Barracas, en un lugar, en un barrio de allá de la capital, y bueno, ahí fui. Me iban citando durante un año y medio todos los sábados, me iban probando de diferentes posiciones. Defensor, mitad de campo, delantero. Hasta que quedé en la zona de ataque, de delantero y me dijeron que ya me tenía que presentar en la Candela para iniciar todas las divisiones menores en Boca, en la 9.ª División.

Cuando era más chico fui arquero en el club de Tapiales en el que me crié. Según lo que me decían, era un buen arquero, pero mi papá me veía jugar al fútbol en el potrero de una iglesia en la que íbamos a jugar con mis amigos. Y me veía jugar al medio. Él salía de la fábrica, a veces me iba a espiar, entonces me veía jugar al medio y le gustaba cómo jugaba. Entonces me probó, me probó, me llegó la citación para probarme en el medio, en Boca. O sea, por iniciativa de mi papá.

El fútbol tiene la particularidad de que es una profesión que de golpe no sos nadie y de golpe pasas a ser una figura. De golpe no tenés nada económicamente y de golpe pasás a tenerlo todo. Entonces hay muchas cosas que siempre se presentan que son diferentes a otras profesiones.

Uno empieza a descubrir que la fama es más un problema que otra cosa. Por ahí en algún momento es lindo tenerla, pero después pasa a ser un problema. La posición económica es algo que nos deslumbra al principio, pero después forma parte de pagar los impuestos. Tenemos que pagar los impuestos, tenemos que pagar todo, acomodarnos. Tenemos los mismos problemas que tiene la gente. Pasamos a ser unas personas normales, totalmente normales, pero con la particularidad de que somos famosos o que somos públicos y, bueno, eso hay que saberlo llevar, ¿no?

Hay que saber convivir con un elogio desmedido y hay que convivir con una crítica que muchas veces también es desmedida. Entonces tenemos que adecuarnos a todo. A prepararnos para todo.

El "Tigre" compartió con Maradona en Boca Juniors y en la selección albiceleste. Foto: Rodrigo Bacigalupe.
El "Tigre" compartió con Maradona en Boca Juniors y en la selección albiceleste. Foto: Rodrigo Bacigalupe.

A veces cuando sos joven escuchas poco, hacés más de lo que escuchás, y cuando sos grande, por ahí a lo mejor escuchás demasiado. Y he sido más agresivo o más temperamental siendo más joven…, soy más reflexivo ahora. Eso más que nada es el cambio que se ha dado con los años. Pero siempre he tratado de ser frontal con el jugador desde el primer momento: decirle lo que me gusta y lo que no me gusta.

Tuve ofrecimientos de todas partes del mundo, pero en Boca estaba bien, ganaba bien, no me preocupaba tanto y no era tan desmedido como es hoy en día. Había sí diferencia, más que nada jugar en Europa. Económicamente, sí, podía haber una mejora, pero en Boca me posibilitaba comprarme una propiedad, de hecho me la compré. O sea, tener un buen pasar. Pero uno no veía eso, no era tan masivo como es hoy en día, donde el jugador sale a una corta edad y se va y ni lo duda, y me parece muy bien para el jugador. Pero me parece muy mal para los equipos, porque antes los equipos perduraban. Los jugadores podían competir a nivel internacional, salías campeón del mundo, o sea, tenían mejores perspectivas los equipos. Colo Colo salió campeón de la Copa Libertadores sosteniendo un equipo que a lo mejor hoy en día se le hace difícil sostener.

Antes de que Diego se vaya de Boca el ‘82, hicimos una gira por Asia, lo contrataron un mes a Boca y nos fuimos. Entonces toda la gira concentraba yo con Diego y, estando en China, por los cambios de horario y todo, en la madrugada no tenía sueño y me dijo de salir a caminar y fuimos. Salimos a caminar, la custodia atrás, era de madrugada, no había nadie, no había un alma. Habrán sido las tres y media, cuatro de la madrugada, salimos a caminar, pasamos por una joyería y le marqué un reloj de marca muy importante, que me gustó, todo de acero, ¿viste? Y él se ve que le quedó en la cabeza y el 10 de febrero, cuando fue mi cumpleaños, me lo regaló. El mismo que yo había elegido, me lo regaló. Hablaba de la bondad de él y aparte de lo que le quedó en la cabeza a él, porque fue un comentario que yo le hice de madrugada y que me gustaba ese reloj. Después me lo robaron en Independiente en el ‘94, esa etapa de Independiente, yo me retiré ahí. Un día se nos metieron al vestuario porque Independiente en esa etapa fue muy importante, porque ganó cosas, entonces entraron todos. Y la cuestión es que nos sustrajeron cosas de valor importante y, bueno, lamentablemente lo perdí. Lo llevaba a todos lados el reloj, fui por ahí medio inconsciente en eso. Porque son cosas que me dolieron, que a lo mejor son recuerdos que quedan para toda la vida, pero lamentablemente me lo sustrajeron.

Garufa iba a ser el nombre de un motel que estuvimos a punto de comprar con Oscar Ruggeri y Julio César Falcioni. Era el apellido mío, el de Ruggeri, el RU, y FA de Falcioni. Pero lo más difícil era que todo lo que queríamos hacer, el arquitecto decía que valía lo mismo. Entonces ahí dijimos “bueno, acá hay algo que no anda bien”, así que nos escapamos directamente. Decidimos por no.

Gareca es considerado por muchos como el mejor DT en la historia de la selección peruana. Foto: Andrés Pérez.
Gareca es considerado por muchos como el mejor DT en la historia de la selección peruana. Foto: Andrés Pérez.

Yo me retiré del fútbol por mis propios medios. Lo que pasa es que se mató un amigo mío que era jugador. Es compañero de todos nosotros, de Boca, el “Gallego” Vázquez. Entonces yo ya lo venía madurando, ya me había recibido de técnico. Me retiré en un Independiente que ganaba todo. Me retiré y no sabía, ni mi esposa ni mis padres. No sabían ni mis amigos. No sabía nadie. Entonces me costó que no me hablaran, que mi esposa se enojara, que mis padres también se enojaran, que mis amigos se enojaran, porque estaba para seguir. Pero yo ya estaba convencido de que ya había llegado el momento de retirarme.

A veces ni me acuerdo que fui jugador. Te digo la verdad. A veces si me tiras una pelota dentro del campo de juego hasta me cuesta dominarla. Yo digo: ¿habré sido jugador de fútbol, o no? O sea, porque eh, ¿viste, eh? Uno se va, se va dejando estar, se abandona. Y no jugué más. O sea, lo único que me gusta es dirigir, estar. Por ahí jugaba fútbol-tenis, pero ya hasta tengo que tener cuidado de no lastimarme, porque tengo que dirigir, tengo que siempre estar pendiente de los jugadores, siempre tengo que estar entrenando. Entonces me cuido de todo.

Mis padres eran delgados, nunca hubo nadie obeso en la familia. Entonces tiene que ver algo genético. Y después trato de cuidarme en las comidas. Y trato de hacer algún ejercicio para cuidarme, estrictamente. Y después, es mantenerme.

Escuchaba Los Beatles, de chico, los Rolling Stones. O sea, me gustaba eso, pero tengo variedad, porque me gusta la salsa, me gusta la música romántica. Por ejemplo, en la última etapa de vida de mis padres, de mi papá, mi mamá falleció antes, a él le gustaba que lo lleve a shows de tango, ¿viste? Le gustaba Roberto Goyeneche, le gustaba Rufino, le gustaba Julio Sosa. Entonces yo agarraba y le compraba los cedés. Entonces los llevaba en el auto, me los llevaba cuando yo no tenía trabajo, me lo llevaba a algún lugar de esos que bailan tango, que se escucha música de tango y también le ponía en el auto un cedé con los cantantes de tango. Y a partir de ahí también me gustaba escucharlos a mí. Entonces estoy abierto a la música, no solamente a una música en particular.

Como delantero, el Tigre enseñó sus garras en Boca, América de Cali e Independiente, entre otros. Foto: Pepe Alvújar, Comunicaciones FFCh.
Como delantero, el Tigre enseñó sus garras en Boca, América de Cali e Independiente, entre otros. Foto: Pepe Alvújar, Comunicaciones FFCh.

Ahora estoy leyendo un libro de Brian Weiss: Muchas vidas, muchos sabios. Creo que es así. Y que es atrapante, que tiene que ver con lo espiritual, que tiene que ver con la reencarnación, que tiene que ver con esas cosas. No tengo algo en particular, me lo recomiendan y por ahí lo leo. Tengo también uno de Valdano que me lo regalaron de liderazgo. Entonces bueno, estoy abierto en eso.

Me gusta el cine, sí, me gusta. Me dedico mucho a esto, pero también tengo mis momentos de esparcimiento en los que trato de separar esto. No es que soy un obsesivo que 24 horas estoy con el fútbol. Sí soy obsesivo con el fútbol porque veo y analizo continuamente, pero también trato de despegar un poquitito. Lo que me permite a mí despejar un poco la cabeza, ¿no? En algún momento.

Siempre Bielsa fue un técnico que me causó buenas sensaciones a mí y nunca tuve la posibilidad de juntarme. Se ve que es especial. Y bueno, yo no quiero molestar tampoco, ¿viste? O sea, porque trato de no invadir en ese aspecto, pero siempre me ha parecido un técnico de lo mejor de los argentinos, de lo mejor. Me parece diferente lo que propone, por lo menos lo que se ve en el campo de juego. Él también lo es. Entonces siempre me gustó tener la posibilidad de poder hablar con él, pero nunca se dio.

La generación dorada era top top, eran lo máximo. Porque lo teníamos analizado nosotros que estábamos en la selección (de Perú), lo teníamos analizado. Era lo máximo del aspecto físico y técnicamente era excelente también. O sea, para ganarle te exigía y te llevaba a un límite alto, en lo más alto. Si no, era muy difícil ganarle.

A la gente no le puedo prometer nada. Lo único que le puedo prometer es que vamos a estar concentrados al 100%. Y lo que sí les puedo decir es que estoy convencido. Asumí convencido de que tenemos toda la posibilidad de poder hacerlo. En ese aspecto no sé, porque no tengo la bola de cristal. Los resultados no los puedo saber, nunca me atrevería a decir “vamos a lograr esto”. Lo que sí puedo decirles a vos y a la gente, que estoy convencido de haber agarrado Chile, eso sí, desde ese punto de vista, totalmente.

Mira aquí la entrevista por YouTube:

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