El 22 de enero de 2013 es una fecha que, difícilmente, Robinho olvidará.
El futbolista que más veces castigó a nuestra Selección (con 9 goles en 8 partidos, donde siempre que convirtió Brasil nos pasó por encima), se vio involucrado esa noche en una violación múltiple, por la que ayer le tiraron 9 años de presidio.
Según contó con detalles el diario italiano La Stampa, el tribunal dirigido por Mariolina Panasiti dictó una condena dolorosa contra el ex astro del Real Madrid, Manchester City y el AC Milan, porque justamente cuando militaba en este último club habría abusado, junto a otros cinco brasileños, de una mujer albanesa de 22 años en un club nocturno de la ciudad cuna de la moda y las pasarelas.
Para que Robinho acabara en la parrilla de la justicia, fue clave el testimonio de la joven, que declaró que el futbolista con sus coterráneos primero la emborracharon hasta que no sabía ni cómo se llamaba, para luego abusarla una y otra vez en forma animal.
Le regalaron varios tragos con graduación alcohólica "con métodos insidiosos y fraudulentos", dice La Stampa, lo que habría sido la previa antes del delito, que se materializó en el guardarropas del mismo lugar.
Ni arte ni parte
¿Por qué si pasó el 2013 recién ahora salió la condena? Pese a que la denuncia se hizo meses después de la canallada, y mientras el futbolista continuaba jugando en el Milan, el juez de instrucción Alessandra Simion le permitió al brasileño seguir en libertad, entendiendo que no había riesgo de fuga.
Sin embargo, la justicia tarda, pero llega. Y ayer fue el día en que Robinho, hoy jugador del Atlético Mineiro, supo que la pista se le puso más que dura.
Eso sí, el mundialista con el Scratch anunció en un comunicado que "todas las disposiciones legales ya están siendo tomadas acerca de esta decisión en primera instancia", y reiteró que no tuvo ni arte ni parte en la violación.