Con 80 años recién cumplidos y 57 de ellos ligado a la dirigencia del fútbol chileno y mundial, Alfredo Asfura anunció su retiro de la actividad, donde últimamente había sido asesor en la Federación de Fútbol de Chile (FFCh).
En la tranquilidad de su departamento y mirando Santiago desde un piso 10, el llamado "Señor del fútbol" repasó su extensa carrera, que lo llevó a recorrer 130 países, armar 36 giras de la Selección Chilena, organizar más de 500 partidos y participar de 11 mundiales.
Dueño de una labia envidiable y un inglés poco trabajado pero efectivo, Asfura logró hacerse un espacio en las altas esferas, en un principio como dirigente de Universidad Católica.
A los 27 años y con solo 400 dólares en el bolsillo partió a México a aprender del negocio del fútbol y aunque volvió a Católica, tres años después viajó a Europa a trabajar ad honorem en la FIFA, cuando solo habían siete personas y todo se manejaba de otra manera.
Siendo autodidacta y absorbiendo conocimientos de quienes más sabían del tema, volvió a Chile y empezó a hacerse un nombre en Unión Española, Everton, Colo Colo y la Roja.
"Es un orgullo y privilegio que muchos me digan que soy un caballero del fútbol. Yo siempre he tratado de cuidar la imagen, el fútbol y la pelota. Y eso que fui un hombre que vivió la vida intensamente, de día y de noche. De hecho soy un trasnochador aunque antes se hablaba más de fútbol y así uno iba llegando al entendimiento. Esa experiencia me gustaría dejarle a los más jóvenes. Quiero que entiendan la esencia del fútbol y espero poder hacerlo en el Inaf (Instituto Nacional del Fútbol), donde podré dar charlas", confesó Asfura, que ahora tendrá libertad de agenda para disfrutar el deporte que más le gusta desde otra vereda.
- ¿Qué será lo que más va a extrañar de la actividad? Hace tiempo que extraño el fútbol de antaño. Antes era todo más familiar. No sorprendía ver una tertulia entre técnicos, futbolistas, dirigentes, periodistas y hasta árbitros. Viví de soltero más de 25 años y nunca, pero nunca dejé de tener invitados. Algún amigo o jugador. Y siempre analizando y conversando de fútbol.
- ¿Qué anécdota de sus años de dirigente recuerda con más cariño? A fines de los años 80 me pidieron organizar un partido en África. Así encontré que Egipto tenía disponibilidad pero como estaban viviendo el Ramadán nadie me firmaba un contrato. En esas me acerque a su técnico que era inglés pero tampoco aflojaba. Eso hasta que vio mi reloj y quedó pegado. Se lo regalé y así pudimos cerrar el partido. A veces había que jugársela.
- Como la vez que firmó el partido de Chile con Inglaterra en la antesala de Francia 98... Exacto. Aunque para conseguir esos amistosos tuve que incurrir en mentiras piadosas ya que ellos querían jugar con Colombia. Cuando supe que los cafeteros tenían problemas de calendario me metí en medio. Así salió el partido, aunque con la condición de presentar dos equipos.
- ¿Qué le dijo Nelson Acosta cuando le contó que debía armar una selección A y otra B? Nelson me preguntó si estaba loco y que con suerte tenía un equipo, pero insistí que ya había firmado el contrato, lo que no era cierto. Al final salió todo bien y recuperamos la imagen que habíamos perdido en el vergonzoso empate a 0 en el '89.
- Una imagen turbia a la que también contribuyó el "Maracanazo" del Cóndor Rojas... Claro. Ese partido es el que más me da pena en toda mi carrera. Intenté convencer al presidente Sergio Stoppel de no retirar el equipo, pero no lo logré. El hecho de sacar a los jugadores y no volver a la cancha fue lo que gatilló el fuerte castigo de FIFA.
- Para no quedarnos con un sabor amargo, le cuento que en Twitter a usted lo nombraron dentro de una lista de personalidades en una "Copa de la Inmortalidad" ¿qué le parece esta broma? No lo sabía, pero ahora me llena de orgullo. Es un privilegio que los futboleros me apoyen y se acuerden de mí. En una gira a Asia, Marco Cornez me dijo 'no se muera nunca' y eso me quedó marcado. Voy a cuidarme a mí, mi memoria y mis conceptos para tratar de tener el primer puesto en esa Copa. Y así no me olviden jamás.
"Salah está preparado para manejar lo que viene"
A pesar que ya no está presente en la Federación de Fútbol de Chile, Alfredo Asfura sigue pendiente de lo que ocurre en nuestro balompié. Y aunque no le gustan muchos los problemas extra deportivos, vio desde su tribuna la renuncia de Claudio Bravo a la Roja y como está manejando el tema el presidente de la ANFP, Arturo Salah.
Según su sabia mirada cree que el mandamás de Quilín tiene todas las herramientas para solucionar este y muchos otros problemas que se vengan en el futuro.
"Arturo Salah está preparado para manejar la situación. Es un tipo generoso. Lo conozco hace muchos años. Es un hombre que cree por sobre todo en el diálogo y por eso no me sorprendería que ya esté buscando caminos para poder arreglar todo y tener un entendimiento", comentó don Alfredo, que además hizo un llamado a los jugadores de la "Generación Dorada" para no perder todo lo ganado.
Para Asfura es fundamental dejar de lado la soberbia y dejar bien claro los roles de cada uno. Siempre teniendo en cuenta como horizonte el seguir consiguiendo cosas buenas para el fútbol chileno.
"Todo depende de la generosidad de todos los actores. No basta con uno que actúe. La crítica no debe ser grosera ni dura. Hay que reconocer los errores y tener esa capacidad de disculparse. Ser más humildes", cerró el mítico dirigente.
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