Hace frío en Santiago, con la falta de lluvias el aire está cada vez más cochino y, sin duda, por estos días no es el mejor lugar para estar de vacaciones. Pero Sebastián Ubilla disfruta cada momento en la capital, casi como si estuviera en El Caribe.
El "Conejo" debe volver pronto a Al Shabab, de la Premier League de Arabia Saudita, donde anotó tres goles en 478 minutos. La cosecha no es mala, pero es mentira que todo sea maravilloso. De hecho, le deben algunos meses de sueldo y el retorno no es agradable.
Pero la gran pena del delantero es que en el fondo de su corazón, y a sus 27 años, lo único que quiere es volver a la "U", el equipo al que dijo que nunca más regresaría no porque no quisiera, sino por una salida que no se escribió como él hubiera querido.
El "Conejo" abre las puertas de su casa en Maipú, junto a su señora Cristina, y echa el corazón afuera. "Supuestamente, el 18 de junio debo volver a Arabia, pero el club ha incumplido el contrato. Si se arregla o no, tenemos que ver con abogados lo que pase", cuenta antes de decir, sin rodeos, que volvería al "León" si pudiera.
- ¿Te arrepentiste de haber ido a jugar afuera?
- Es que siempre quise jugar en el extranjero, por una cuestión de conocer otra cultura. Así que cuando se dio, arreglé las maletas y aproveché la oportunidad.
"David Pizarro puede jugar fácil 2 años más. A sus 38 años, marca en el GPS entre 8 a 9 km. corridos por partido. Imagina que los jóvenes corremos 10".
- Pero otra cosa es con guitarra en Arabia, ¿no? ¿Cómo lo hiciste para entenderte?
- El idioma es difícil, hablo un poco de inglés y gracias a eso pude comunicarme con mis compañeros.
- ¿Y cómo lo hacías con la religión?
- Imagínate, allá son cinco rezos al día, y cuando nosotros jugábamos, calentábamos y volvíamos, ellos se ponían a rezar. Es complicado: son 15 minutos que uno no está haciendo nada, entonces uno entra en frío porque están rezando.
- ¿Y la vida misma?
- Vivimos en un condominio para extranjeros y no hay necesidad de salir. Eso sí, mi señora tiene que usar la túnica con el velo cuando sale a la calle.
Más que una pasión
Ubilla se crió en las inferiores de Wanderers, y no niega su primer amor. Pero tampoco olvida que después de la "U" su corazón pasó del verde al azul. Y sin escalas.
- ¿Eres hincha de Wanderers o de la "U"?
- Soy hincha de la "U".
"La 'U' me dejó grandes amigos. Con Gonzalo Espinoza nos juntamos en Turquía, y con Gonzalo Jara y César Cortés somos amigos de familia, incluso".
- ¿En qué momento pasó eso?
- Cuando jugué en la 'U' me empapé de los colores. Me hice hincha por la gente, no es por vender humo, pero es increíble, cantan todo el partido, en ningún otro club de Chile se ve eso.
- ¿Pensaste que ibas a salir de esa forma de la U?
- Ese último partido en el Nacional no lo pude jugar y después llegué acá donde tengo el quincho de la 'U' y lloraba solo, porque fueron cinco años y medio de muchas cosas buenas.
- ¿Te gustaría volver al CDA?
- Me encantaría. Estando en Arabia me decía por qué estoy acá, pero son cosas familiares y me gustaría volver a la "U".
- ¿Cómo te llevas con Ronald Fuentes?
- Era una relación de jefe a empleado ni buena ni mala.
"El fútbol árabe, técnicamente, es más bajo que en Chile. El jugador africano es más fuerte, pero es flojo".
- La "U" hoy necesita un cambio profundo...
- No sé si necesita un cambio de jugadores. Pero el problema hay que revertirlo en el segundo semestre, ser campeón y hay tiempo para hacerlo.
En el futuro se ve como representante
Pese a sus 27 años, Ubilla sabe que la carrera del jugador no dura para siempre. Y ya saca cuentas para el camino que escogerá para parar la olla.
"Me gustaría seguir ligado al fútbol, soy muy pro jugador, así que sería representante, porque me gusta ayudar o un gerente deportivo", cuenta convencido.
¿Y por qué no entrenador? El "Conejo" dice que chocaría con su alma. "DT no podría ser, porque defendería mucho al jugador, me tocaría pelear mucho con los dirigentes, y no lo pasaría muy bien".