La pelota no se mancha. Ese es un principio que comparten todos, independiente del color de camiseta, títulos, jugadores y dirigentes. Por eso, cuando Sergio Jadue se vio involucrado en los casos de corrupción de la FIFA en 2015, la gente sintió un sabor amargo, incluso mayor que con las mediáticas estafas de personajes como Rafael Garay y Alberto Chang.
"Tengo las manos limpias, no sé ustedes", fue -quizás- la frase que mejor define al ex presidente de la ANFP, pues la dijo públicamente mientras maquinaba cómo sacarle provecho a su cargo. Y no podía quedar fuera de la serie de Chilevisión "Grandes Pillos", que este miércoles llevará a las pantallas justamente la historia del calerano, que en junio de 2018 enfrentará a la justicia en Estados Unidos.
¿Y en qué consiste la serie? Es un espacio donde se mezclan distintas texturas audioviosuales, pues tiene conversación (conduce Álvaro Escobar y existe un panel de "expertos" y cercanos al protagonista), elementos documentales y ficción. Y ahí aparece la figura de Guilherme Sepúlveda, actor de 40 años que ha participado en teleseries como La Poseída, Juana Brava e Infiltradas.
Exacto, ya adivinó. Fue él quien tuvo la misión de personificar al "Jeque", principalmente por sus grandes condiciones en las tablas y su parecido físico. Y aunque tuvo que ponerse en los zapatos de uno de los hombres más odiados de Chile, el resultado fue grandioso. Así lo aseguró el director Sebastián Araya Serrano, que incluso admitió que "más de alguna vez lo han comparado con Jadue en la calle".
Una tarea compleja
La búsqueda del actor perfecto para el rol protagónico fue detallada. "Se pensaron algunas alternativas de rostros conocidos, que fueran calvos, algunos ya lo habían hecho. Pero nos fuimos por la opción del actor más 'desconocido', pues queríamos un Jadue nuevo. Debía parecerse. Incluso, en los personajes secundarios buscamos similitudes", explicó Araya, a cargo de la ficción de "Grandes Pillos".
- Realmente es ver a Jadue...
-Él es tímido, no figura en televisión, vive más del teatro. Y está muy bien personificado, el proceso fue genial, cómo llevó al personaje, cómo adoptó ciertas maneras, el lenguaje corporal. Hubo estudio, horas de observación. Convencer que eres Jadue es mucho más potente cuando se trata de alguien que no conoces, como en el caso de Guilherme.
- ¿Y el maquillaje?
-Está muy bien logrado. No se trata de ser Kramer. Acá el actor, a través de su talento y su cuerpo, hace que el personaje aparezca y viva, sin copiar un modelo. Lo que sí se adquieren son ciertos tips, la manera de hablar, el movimiento de las manos... Eso está increíble.
- Sepúlveda interpreta a uno de los hombres más odiados del país. Gran desafío...
-Más allá de ser un "antagonista", es enriquecedor trabajar basándote en alguien que puedes investigar, observar. Distinto es cuando inventas un personaje. Al ser real toma una fuerza distinta, con matices.
- ¿Lo marcó, entonces?
-No hay duda de que Sergio Jadue, con luces y sombras, es un rol interesante, con subtextos, lenguajes no dichos. Tiene profundidad, son personajes que están al límite entre la genialidad y la locura. Fue un manjar realizarlo.