El exguardameta e ídolo azul sorprendió a todos con su revelación.
No son pocas las ocasiones que se ha vinculado a Johnny Herrera con la Universidad Católica. Aunque en la vereda contraria, de azul, el arquero ganó ocho campeonatos de Primera División, tres Copas Chile, una Supercopa y la Copa Sudamericana y es percibido como un ídolo prácticamente irrepetible, siempre se esparció el rumor de que una parte de su corazón era cruzado. Se debe, claro, al archivo: una conversación en 2001 con la Revista Triunfo delata al “Samurái”. Esa vez, admitió que en su primer año como guardameta azul, “fui a San Carlos solo, por amor a la Católica… sin que supieran en la ‘U’”. Él por supuesto que ahora lo desmiente.
Desde entonces, sin embargo, cada vez que opina sobre la UC parece haber algo de morbo escondido, y eso aparentemente lo manejan en Todos somos técnicos:
“¿Habrías jugado en la Católica”, lo buscó Gonzalo Fouillioux en la última emisión del programa. “No creo, difícil”, se quitó el peso de encima rápido Herrera. Pero sus compañeros insistieron: “De pronto como Waldo Ponce”, ejemplificaron, en relación al defensa formado y confeso hincha azul, que se probó la cruzada en 2010.
“Quería jugar en la ‘U’ junto con Waldo, pero le cerraron la puerta… el gerente de esa época, terminó jugando en Católica y lo hizo bien”, la tiró una vez más al córner Johnny.
Entonces, tras abordar ese caso apareció Dani Arrieta y volvió a repetirle la misma pregunta: “¿Hubieras ido a la Católica?”. Y al exarquero, ahora contra las cuerdas, con un escenario distinto sobre la mesa, no le quedó de otra que alterar su respuesta.
“En caso que la ‘U’ me hubiese dicho que no, hubiese sido una opción lógicamente. Como todos los otros equipos del fútbol chileno salvo…”. Todos entendieron a quién apuntaba ese salvo.
Lo llamativo es que, segundos después, Foullioux le cambió el dibujo: “¿Y en Wanderers habrías jugado?”. Y ahí Johnny ni siquiera lo pensó: “No, por respeto a Viña. Era más factible jugar en la Católica que en Wanderers”.
“Dejé muy buenos amigos hinchas evertonianos. De hecho, iba a comer a la casa de ellos y lo pasé muy bien en Viña en esa época”, argumentó al cierre.