“Si llamas a la ambulancia voy a perder mi trabajo”: el crudo relato de testigo de la muerte de masoterapeuta de la U

Lorenzo Prieto, funcionario de la "U", falleció a los 78 años.
Lorenzo Prieto, funcionario de la "U", falleció a los 78 años.

Mujer que ayudó al hombre de 78 años tras el infarto, contó que lo que más le preocupaba era “perder su trabajo”.

Este miércoles falleció el masoterapeuta de Universidad de Chile, Lorenzo Prieto de 78 años, quien se encontraba trotando en La Serena, donde acompañaba al equipo antes del duelo por Copa Chile.

El hombre fue encontrado antes de morir por Andrea Velásquez, testigo de cuando el hombre sufrió un paro cardiaco y quien entregó detalles de los últimos momentos de vida de su colega, consignó ADN Radio.

Velásquez comentó que habló por última vez con Prieto, cuando el hombre era trasladado a urgencias en La Serena

“Antes de irme a mi trabajo quise ir a caminar un rato a la playa y me encontré a un señor en una banca con los labios morados, no respiraba bien, le pregunté muchas veces porque estaba desvanecido y llamé inmediatamente al SAMU”, señaló.

Segundo infarto

La mujer contó que el hombre al momento de sufrir el infarto no estaba preocupado por su salud, sino más bien porque podía perder su trabajo.

“Me imaginé que era un infarto. Después se reincorporó y estuve con él. Él no quería que llegara la ambulancia, no quería morirse acá y me decía que ‘la prensa va a saber y no quiero perder mi trabajo, que sepan que estoy enfermo’”, contó la mujer.

“Me quedé mucho rato con él y le dije que lo iba a acompañar a su hotel. Ahí entendí que era alguien de la delegación de Universidad de Chile y cuando íbamos caminando y conversando se me volvió a desvanecer”, añadió.

Velásquez dijo que alcanzó a conversar durante bastante tiempo con Prieto, quien le contó de su vida, que sus padres también habían fallecido en La Serena y que era segunda vez que sufría un infarto.

“Estaba solo sentado en una banca. Me dijo que era segunda vez que le pasaba, pero estaba completamente desmayado e inconsciente, con los labios morados y pálido. Era obvio que le pasaba algo. No tenía idea de quién era”, expresó.

“Él me decía ‘hoy en día a los viejos nos ven mal y siempre contratan a gente joven. Yo no quiero perder mi trabajo. Si tú llamas a la ambulancia voy a perder mi trabajo’. Yo le decía pero cómo, porque lo más probable era que se esté infartando. Me imaginé que se iba a volver a sentir mal y por eso decidí acompañarlo”, agregó.

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