El exarquero había definido a García como alguien “indisciplinado”, que “chupaba con los jugadores”. Ahora, el aludido entregó detalles de su verdadera reacción.
Pese al poco tiempo que llevaba en Chillán, los hinchas de Ñublense ya no querían saber nada de Hernán Caputto. Ellos querían de regreso al entrenador que los trajo de vuelta a la división de oro del fútbol nacional, los sacó segundos, clasificó a Copa Libertadores y les permitió jugar con clubes como Flamengo o Racing Club de Argentina. Extrañaban a Jaime García, sus formas, su juego, sus declaraciones, su relación con la parcialidad y se lo hicieron saber a su reemplazante, que no supo cómo manejarlo.
En la penúltima fecha del torneo, el que sería también su penúltimo partido al frente de La longaniza mecánica, a Caputto lo acusaron de ratonear, lo insultaron e incluso le tiraron algún proyectil luego de caer en la última jugada del partido contra Huachipato. Desencajado, posterior a una tensa conferencia de prensa, se encontró con un grupo de hinchas que esperaban afuera del estadio y cometió acaso el peor error de su carrera:
“¿Jaime García? ¿El indisciplinado? ¿El que chupaba con los jugadores?”, les dijo a los torcedores chillanejos que lo compararon con el técnico nacional, sin saber que uno de ellos estaba grabando todo y luego lo haría viral en redes sociales.
García, entonces, estaba en Europa, en pleno viaje de capacitación, a la espera de alguna llamada para continuar con su carrera. Lo contactaron para consultar por la polémica que, sin quererlo, lo rodeaba. Pero no quiso hablar demasiado y dio por cerrado el episodio.
Ahora eso cambió.
Hace unas horas, el exentrenador de Ñublense acudió a Todos somos técnicos para conversar sobre su futuro inmediato y, claro, salió el tema de Caputto, de su inesperada y gravísima salida de madres. Su respuesta en esta ocasión fue más sincera, sin el cassette:
“Ese domingo sentí mucha rabia, demasiada rabia, si lo hubiera tenido al frente, no sé... pero todos cometemos errores y todo se alinea”, dijo de entrada García.
Luego confirmó que “él me llamó, me mandó un mensaje, en su momento sentí que no debía responder, porque podría decir algo no adecuado. Pero todo decanta y yo perdono muy rápido”. “Eso sí”, añadió enseguida, “conmigo no se rompió ningún código, ni seré juez de lo que dijo, ni saldré hablando mal de él, porque sé que no son sus palabras y también sé de quién vienen”.
Para cerrar —ahora sí— la controversia, interrogado sobre por qué se crea este personaje en torno a su figura, García ensayó una teoría: “Siempre se me ha ligado mucho con que soy muy amigo de los jugadores y la verdad es que cada vez que pueda ayudaré a un jugador si lo necesita”, sin embargo, “no soy recuperador de jugadores. Mago Oli no soy. El jugador que se quiere poner a disposición, lo hará. ¿Creen que ando de la mano con ellos, qué salgo tarde con ellos o qué me voy a la playa con ellos?”.