Si hay algo que distingue a Arturo Vidal, más allá de su repertorio dentro de la cancha, es lo que hace afuera: construyó un estilo directo, frontal, deslenguado, que proyecta autoconfianza y en el que no suele importar de qué o quién hable, como tampoco el qué dirán. Afirmar, hace unas semanas, que ganarle a Argentina —campeón del Mundo, ahora líder absoluto— sería mucho más fácil después de perder con Paraguay lo retrata. O lo de ayer, cuando apuntó a ganar la segunda Libertadores con Colo Colo en su centenario.

Una posición que, sin embargo, también despierta críticas, algún malestar, incluso de una parte (por ahora menor) de los hinchas albos. En El team del siete, el periodista Ricardo Cuevas, trató de explicarlo:

“No me extraña y entiendo muy bien el juego que tiene, este discurso ganador, rupturista, que va siempre para adelante, de tratar de contagiar”. Sin embargo, “con el tiempo a Arturo Vidal se le ha ido solo en el contagio y no con hechos, ha quedado siempre como ‘más bocón’ y no ha podido demostrar, efectivamente, con situaciones, que puede cumplir eso que está diciendo”.

“Que diga que va por la segunda estrella, la segunda Copa Libertadores, me parece fantástico, pero si uno solo va a la realidad, este Colo Colo que está lleno de dudas en el inicio, si uno lo ve sólo ahora, no tiene el fondo futbolístico, ni de estrellas, para ir a pelear una Libertadores”, añadió.

Más categórico fue al final: “Siento que una vez más Arturo va a quedar casado de sus palabras y espero equivocarme, de verdad espero equivocarme por el bien del fútbol chileno. Pero siento que Vidal ya está declarando sólo para la galería, sólo por su estilo, pero que los hechos y fundamentos siempre le quedan muy pero muy grandes”.

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