Sofía Kenin venció por 4-6, 6-2 y 6-2 a la española Garbiñe Muguruza y con 21 años alzó su primer Grand Slam. En los días previos a la final, la estadounidense se hizo viral por un video en el que con siete años aseguraba saber cómo devolverle el saque a Andy Roddick. Una señal del hambre que hoy la tiene en la gloria.
Pese a que en los últimos cincuenta años han sido muchas las cosas que separan a Rusia y Estados Unidos, hay una tenista que bien puede ser orgullo para ambos países.
Se trata de Sofía Kenin, tenista nacida en Moscú el 14 de noviembre de 1998 y que hoy podría ser la heredera natural de María Sharapova, hizo carrera en Estados Unidos y ayer llegó a la cima del deporte blanco al dar el batacazo ganando el Australian Open, venciendo en la final a la española Garbiñe Muguruza por 4-6, 6-2 y 6-2. Un resultado que la dejaría como la número 7 del mundo, nada mal para quien llegó a Oceanía sin estar entre las favoritas y como 15 del ránking.
Su destino cambiaría cuando a los meses de nacida, sus padres decidieron volver a norteamérica por la necesidad de tener quién cuidara a la pequeña Sofía mientras ellos trabajaban. Ahí sería su padre quien la introduciría al mundo del deporte.
Con cinco años Kenin empezó a cargar la raqueta y al poco andar llamó la atención de Rick Macci, prestigioso entrenador que había llevado la carrera de Jennifer Capriati, las hermanas Williams y Andy Roddick, entre otras estrellas.
Pese a su corta edad, sus mentores suponían que Sofía mostraba el carácter necesario para encarar el circuito ATP y eso quedó claro con un video que se viralizó en los últimos días y donde la niña, con siete años, le aseguraba a un periodista que tenía la receta para responderle el saque a Andy Roddick, quien un par de años antes había sido número uno del mundo y siempre intimidó por sus potentes golpes.
"Era una pequeña criatura aterradora. Tenía una coordinación impresionante y una gran habilidad para golpear la pelota nada más botar, aunque su raqueta era más grande que ella", recordaría Macci en una entrevista.
Por su lado, la WTA también desempolvó del baúl de los recuerdos un video donde la pequeña promesa aparece junto a la multimcampeona Kim Clijsters (en la foto), en otra señal de la fe que tenían en la nueva sensación del circuto.
La remontada conseguida en la final de Australia, tras caer en el primer set y levantando un peligroso 0-40 en medio de la tercera manga, fueron los ingredientes perfectos para que su sueño se hiciera realidad y terminar abrazada en la tribuna con su padre, actual entrenador y el que involuntariamente inició esta historia cuando decidió cruzar el atlántico y volver con la pequeña Sofía.