El venezolano fue la figura de los azules ante O'Higgins y se sacó toda la mufa con un golazo. Por lo mismo, avisó que la próxima semana irá "a ganar" al Monumental, para que los laicos sigan peleando el campeonato.
El '10' de los azules no había partido bien el día. Según La Tercera, sus jefes no estaban convencidos de comprar la mitad de su pase en dos millones de dólares y parecía que tenía los días contados en el CDA.
Más encima, la primera parte del duelo ante O'Higgins parecía no prender nunca, hasta que un grueso error defensivo de la visita hizo que la pelota quedara en los pies de Gustavo Lorenzetti. Sin embargo, el "Duende" le pegó directo a las manos de Miguel Pinto.
Ocho minutos después, el nombrado Soteldo intenta cargar por la izquierda y Tomás Alarcón interrumpió la jugada con la mano. Era penal para el Romántico Viajero, pero el árbitro Eduardo Gamboa no lo cobró.
¿Una para los rancagüinos? Maximiliano Salas exigió a Johnny Herrera con un tiro desde media distancia a los 29' y el portero laico respondió a cabalidad.
Y desde ahí no pasó nada más hasta que Yeferson -que andaba con ganas- entró con ventaja a los 50' y Alarcón se cruzó justo para evitar la apertura de la cuenta.
Era hora de ayudar al venezolano y el técnico Frank Kudelka ordenó el ingreso de David Pizarro, el cual entregó un pase de lujo a los 77' que Nicolás Guerra no supo definir de cabeza.
Un poco antes, Herrera nuevamente salvaba su estantería del más peligroso de los forasteros: Salas casi lo soprende con un globito.
Todo indicaba que el partido terminaba a cero y que los azules tendrían que ir al Monumental el próximo sábado lleno de dudas. Pero apareció uno que hace rato viene siendo criticado. Uno que hasta fue retado por el "profe", pero agachó el moño para seguir dentro de los 11 bendecidos. Apareció el de dos guatoncitos verdes: Soteldo definió con remate cruzado ante la desesperación de Pinto, el cual no entendía cómo su equipo había perdido una pelota fácil en el medioterreno.
Explicaciones que no le interesaban al ex Huachipato, porque sólo quería brillar. "Fue un desahogo, porque estaba en deuda con la hinchada y mis compañeros", dijo la figura del partido y luego mandó un mensaje a los albos: "Vamos a ir a ganar al Monumental, para seguir metidos en la pelea por el campeonato".
