No cabe duda que hay un antes y un después de Nicolás Massú en lo que a la capitanía de la Copa Davis se refiere. Y es que no es por criticar a Hans Gildemeister o al Pato Cornejo, pero con el "Vampiro" es otra cosa, por la garra que pone desde la silla del jineteado. Si sólo le falta meterse a la cancha y jugar.
Y una parte del ADN de los Massú es la que también heredó su hermano Stefano, que en la serie que aún nos duele frente a Argentina se convirtió, por así decirlo, en el "jefe de barra", ocupando el sitial que durante años le pertenecía a su madre, la entrañable Tía Sonia.
Vestido de rojo, con la bandera en el pecho, abrazando, gritando y apoyando a todos los integrantes del equipo, sin achicarse ante la barra argentina, Stefano se quedó sin voz con los emocionantes puntos de la serie en San Juan.
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O también al contrarrestar el odioso cántico, "hay que saltar, el que no salta, no va al mundial" con que nuestros vecinos nos recordaron que la Roja sólo verá los partidos de Rusia 2018 en "HD".
"Tomé la posta de mi madre. ¿Qué mejor profesora para eso, no? Al principio no entendía ni me gustaba mucho, cuando me ponía hasta calzoncillos de Chile, pero cuando comencé a entender lo que significaba, yo feliz de estar apoyando hasta que me dure. Si hay algo que nunca me perdí desde que tengo conciencia es la Copa Davis", confesó el ahora joven de 28 años, que lleva más de veinte siendo el jugador "extra" del equipo.
Claro porque él mismo dice que no tiene nada que ver y sólo es amigo de casi todos, a quienes nombra como "una verdadera familia", pero que le gusta aportar ánimo al grupo. Prueba de ello fue el apoyo que dio acompañando a Christian Garín o Nicolás Jarry, cuando se cerró el triunfo trasandino por 3 a 2.
"Es motivante estar en la Copa y más si está mi hermano involucrado. Primero como jugador y ahora como capitán. De hecho, te confieso que a pesar de todo, Nicolás con lo que más goza en la vida es con la Davis y a pesar de cualquier resultado está más feliz que nunca por sus jugadores que subieron su nivel y lo más importante ¡lo dejaron todo en la cancha! Eso lo tiene conforme", confesó uno de los administradores de la academia Massú Elite en la ex Ciudad Deportiva de Iván Zamorano.
Además, el concho de la Tía Sonia contó que no sólo ha tenido buena onda y ha crecido junto a los jugadores, también ha ido haciendo amistad con los cercanos de ellos.
"Por ejemplo, algunos son muy amigos de Garín, otros del Nico Jarry, y sin querer entre serie y serie se han ido dando las cosas, ahora nos juntamos a apoyar al equipo y armamos un buen grupo que ojalá siga para volver con más fuerza a la Davis el próximo año", profetizó el nuevo brazo derecho del capitán.
Jarry sigue en el 64
Como todos los lunes, el ránking del ATP se actualizó con noticias positivas para el tenis nuestro.
Nicolás Jarry, de hecho, no sufrió variaciones y conservó el lugar 64° del listado planetario, mientras que Christian Garín trepó dos casilleros y ahora es el número 215 del planeta.
A nivel interestelar, el número uno continúa siendo Rafael Nadal con 8.770 puntos, seguido por el viejo y querido Roger Federer, que le hace sombra con 8.670 unidades.
Dentro de los mayores saltos de la semana, el que sacó cuentas alegres fue Juan Martín del Potro, que se acomodó en la sexta casilla del universo, en tanto Diego Schwartzman se consolidó en el lugar 15.
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