El "concho" de los Massú cuenta que son una "familia" en el equipo copero y brota optimismo para dar la sorpresa.
Este viernes Chile se jugará la vida en el repechaje por la Copa Davis ante Austria y Stefano Massú ya está instalado en Salzburgo. Es que el hermano de Nicolás heredó el talento de la Tía Sonia y desde hace un tiempo tomó el cargo de jefe de barra del equipo chileno alrededor del mundo.
El conchito de los Massú cuenta que su mamá lo llevaba a ver tenis desde los 7 años y que su hobby favorito era aleonar a su hermano por Copa Davis. "Ahora que Nico no juega estoy desde otra tribuna, pero sigo sufriendo igual porque él sigue siendo parte importante del equipo, entonces los nervios son los mismos", contó desde Austria.
Gracias a sus arengas, el viñamarino agarró confianza con el equipo y ya es voz certificada para hablar de la interna del cuadro nacional. "Es interesante ver a todos los jugadores y el cuerpo técnico unidos, somos una familia", dijo el jefe del cotillón tenístico.
Dos más
Pero a la hora de analizar los palos en la cancha, Nicolás Massú ayer aclaró que la esperanza de ser una visita insolente con los austríacos está intacta.
"Nuestro sueño siempre ha sido llegar al grupo mundial", dijo el "Vampiro" y agregó que "este debe ser uno de los mejores equipos de los últimos años por ranking y experiencia".
Con respecto a las expectativas por el partido ante los europeos, los inseparables hermanos coinciden en que la ausencia de Dominic Thiem, primera raqueta austriaca y top 8 del universo, no nos asegura nada.
"Siempre pensamos que vamos a jugar con los mejores, la misión del equipo es jugar bien contra cualquier rival que nos pongan por delante", aclaró el capitán.