Si bien no sería algo de gravedad, el “Tigre” está atento a la evolución del atacante.
Incluso antes de estampar su rúbrica o de vestirse por primera vez con el buzo de la selección chilena en Juan Pinto Durán, Ricardo Gareca visualizaba lo que otros no. Para ser más precisos, lo que quienes le precedieron no. En su primera nómina, no sólo pasó de los dos más históricos de un plantel histórico, Gary Medel y Arturo Vidal, sino que se convenció que su nueve debía ser Eduardo Vargas por encima de lo que podían ofrecer Ben Brereton o tal vez Damián Pizarro. Vargas, el mismo que llevaba algún tiempo peleado con la red en Minas Gerais y que de largo parecía haber culminado su ciclo en La Roja.
El “Tigre” recibió críticas inmediatas. Patricio Yáñez en un programa de radio ironizó con que, para traer de regreso a Turboman, salía más a cuenta convocar a Humberto Suazo. Es cierto, el segundo goleador de La Roja atravesaba entonces un largo período lejos del nivel que alguna vez exhibió y no había argumentos suficientes para respaldar la decisión de Gareca más allá de la nostalgia.
Pero su apuesta se tradujo enseguida en un tanto contra Albania y otro, hace una semana, ante Paraguay. En tres partidos dos goles, y Vargas, como casi siempre, sin importar demasiado su actualidad en clubes, volvió a ser importante con la camiseta roja. Titularidad garantizada.
De ahí que haya tanta preocupación en el cuerpo técnico del “Tigre”: este lunes, informó ESPN Chile, el ariete del Atlético Mineiro no pudo acabar el entrenamiento con miras al debut del viernes contra Perú. Un fuerte golpe en la rodilla derecha lo dejó por varios minutos complicado.
Es más, “salió con una bolsa de hielo y después con un vendaje”, difundieron desde el canal. “Lo que sí, se subió al bus que los trasladó al hotel de concentración”.
Si bien en principio no se trataría de un impedimento para que Vargas se pierda el Clásico del Pacífico, sí es verdad que Gareca evaluará su evolución los próximos días. De nuevo, desde su llegada, Eduardo se ha convertido en un pilar en la oncena reeditando su dupla con Alexis Sánchez en los últimos metros.