Aunque la Conmebol consideraba que no había razones para hacerlo, al final cedió a la presión de Boca.
Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, confirmó hoy que se suspendió hasta mañana el partido de la final de la Copa Libertadores entre River y Bova, debido al apedreo al bus de este último equipo.
Luego de más de dos horas de reunión llegó el acuerdo entre los presidente de River y Boca, Raúl D'Onofrio y Daniel Angelici, respectivamente.
Mientras los médicos de la Conmebol aseguraron que no existía razón para suspender el partido, el referente xeneixe, Carlos Tévez, acusaba que el ente rector del fútbol continental los querían hacer jugar pese a que algunos de sus compañeros resultaron heridos.
Entre los de River el único que dijo altiro que se debía suspender el partido fue el entrenador, Marcelo Gallardo, mientras que los dirigentes opinaban lo contrario.
Una vez confirmada la suspensión, Raúl D'Onofrio lamentó que "por culpa de cinco o seis desadaptados se haya tenido que suspender el partido".
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